En el Camp Nou todo el mundo estaba muy tranquilo. Sergio Busquets es un tío de la casa que se encuentra mejor que nadie jugando en el Barça, donde es titular indiscutible desde que ascendió al primer equipo. Sin embargo, la tranquilidad se tornó en nerviosismo cuando le dio por declarar que solo se movería si se lo pidiera su mujer o Pep Guardiola. Su mujer debe estar contenta en la Ciudad Condal, así que no es motivo de preocupación, pero los tentáculos del de Santpedor dan bastante miedo.
Cantos de sirena desde el Etihad Stadium
Su hipotético fichaje por el Manchester City ha provocado reuniones internas que se han resuelto pronto. No hay ni un solo directivo que apruebe su venta, así que van a hacer todo lo posible para firmar su renovación en el mes de julio, cuando la actual temporada haya terminado. Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2019 y no deberían tener tanta prisa, pero el City les ha metido el miedo en el cuerpo y el propio Busquets quiere sentirse más valorado.
El mejor del mundo en su posición
Al de Badia del Vallès le llueven los elogios. Luis Enrique no es el único que habla bien de él, sino que Vicente del Bosque ha dicho en más de una ocasión que si fuera jugador le encantaría parecerse a él. ¿Por qué? Pues porque es de los que hacen ese trabajo sucio que solo los más entendidos en la materia saben apreciar. Roba todos los balones del mundo y más porque sabe estar bien colocado, porque es inteligente. Además, cuando el esférico le pasa por los pies sabe lo que tiene que hacer y no se complica. De vez en cuando nos deleita con algún regate arriesgado, pero por norma se la da a los peloteros que tiene al lado, que son los encargados de hacer magia.
Su renovación y la de Neymar son prioritarias
Si las cosas no se tuercen de ahora en adelante, Busquets pasará a ser el tercer jugador mejor pagado de la plantilla junto a Andrés Iniesta. El manchego sigue por detrás de Leo Messi y muy pronto estará por detrás de Neymar, que también debería estampar su firma en breve para dar validez a una renovación que se está convirtiendo en un culebrón.