Casemiro es buen jugador, pero…

Casemiro
A Casemiro le ha venido muy bien jugar un año cedido en el Oporto. En el Real Madrid no tenía hueco y Carlo Ancelotti fue lo más sincero posible. Vio que era un jugador con mucha proyección y no quería cortársela, así que le recomendó salir para demostrar que puede triunfar en un grande.

Buena decisión para volver hecho un hombre

El Oporto no es uno de los más grandes, desde luego, pero es un club perfecto para foguearse. Su liga es poco competitiva, pero el hecho de jugar la Champions hace que sea un destino atractivo para jugadores como Casemiro, que a sus 22 años decidió pasar una temporada a las órdenes de Julen Lopetegui.

Fue titular indiscutible. Jugó 28 partidos de liga en los que marcó tres goles, mientras que en la Champions jugó 10 partidos y marcó uno, que por cierto fue un escándalo. Podríamos decir que se sintió importante formando parte de un equipo muy competitivo que llegó hasta los cuartos de final de la Champions League, donde se topó con un Bayern de Múnich que le devolvió a la realidad.

Casemiro Oporto
Por eso se ganó su vuelta a España previo pago de 7,5 millones de euros, que es la cantidad que se comprometió a desembolsar el Madrid para indemnizar a los portugueses tal y como figuraba por contrato. Pero… ¿ahora qué?

Modric y Kroos están por delante

Rafa Benítez le ha dado minutos en la pretemporada y tengo la sensación de que va a ir jugando a lo largo del año. No como titular, queda claro, porque los dos puestos de pivote son para Luka Modric y Toni Kroos. Solo le vamos a ver en partidos que no sean de alto voltaje o en partidos en los que Benítez quiera un extra de contención defensiva.

Casemiro y Honda

La lentitud es lo que le mata

Casemiro es un jugador inteligente, pero en mi opinión es demasiado lento. A determinados niveles no puedes retener el balón durante más de tres o cuatro segundos porque corres el riesgo de perderlo. Eso es lo que debería trabajar para crecer como jugador, porque un mediocentro que pierde balones es un peligro para cualquier equipo.

Nunca ha sido rápido, es verdad, pero aquí se trata de ser rápido mentalmente. No hace falta ser el más ágil del mundo para mover el balón a gran velocidad. Es lo que le va a pedir Benítez, y es lo que tendrá que hacer si quiere ganarse un puesto en el once titular de un Madrid plagado de estrellas. Carácter, eso sí, le sobra.

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