Menudo problemón tiene el Barça con Douglas. Es un jugador que no cuenta para Luis Enrique, que ha pedido un banquillo potente para la próxima temporada, no uno de broma. El lateral derecho brasileño no ha dado la talla ni ante el Villanovense de Segunda División B y el club está como loco por buscarle una salida.
Quiere los papeles
El Cruzeiro se interesó por él y la operación estaba cerca de cerrarse por unos dos millones de euros, pero ha sido Douglas quien la ha frenado porque no quiere volver a su país hasta obtener la nacionalidad española.
Marcos Casseb, su representante, ha sido el encargado de dar la noticia en declaraciones a la cadena Fox Sports TV. No se piensa mover hasta que sea considerado ciudadano español, para lo que le faltan seis meses más de contrato que espera cumplir en otro club de la Liga o en el Barça, que es capaz de mandarlo al filial para que se curta y estorbe lo mínimo posible.
¿Quién lo va a querer?
Lo que más le va a costar es encontrar equipo. Dudo que haya un solo entrenador en la máxima categoría del fútbol español que quiera reforzar su defensa incorporándole. El Sporting de Gijón, que anda buscando jugadores cedidos, podría ser una posibilidad, pero Abelardo no es tonto y su amigo Lucho ya le habrá informado sobre cómo se las gasta el brasileño con el balón en los pies.