El Real Madrid tiene la final de la Champions League muy cerca, pero antes tendrá que tumbar al actual campeón de Europa. El Bayern de Múnich no se esperaba perder por 1-0 en el Santiago Bernabéu, pero Pep Guardiola y los suyos están convencidos de que le darán la vuelta en el Allianz Arena, un estadio que será todo un infierno esta noche, como también lo fue el Signal Iduna Park de Dortmund semanas atrás.
Lucharán contra el ambiente y el desgaste de ir detrás de la pelota
Carlo Ancelotti lo sabe, pero tiene mucha experiencia y los ambientes hostiles no le asustan. Tampoco deberían estar alterados jugadores como Sergio Ramos, Iker Casillas, Cristiano Ronaldo o Xabi Alonso, hombres acostumbrados a disputar partidos de alto voltaje en los que hay prestigio, títulos y dinero en juego.
No habrá in un asiento libre para vivir el partido de vuelta de la primera semifinal de la Champions. Los alemanes quieren ser partícipes de la remontada de su equipo y confían en los precedentes para lograrlo. Guardiola planteará el mismo partido que en la ida, con la intención de monopolizar la posesión del balón para crear más ocasiones de gol que el rival, aunque los contraataques del Madrid pueden ser letales.
Casillas tendrá mucho trabajo, estoy seguro. En Múnich ha perdido cinco veces y ha empatado una vez, así que las estadísticas no invitan al optimismo. Esta noche la historia invita a ser prudente, porque la Décima todavía no está a tiro. Para estarlo hay que llegar a Lisboa, donde podrían estar sin todos los efectivos, puesto que Sergio Ramos, Xabi Alonso y Asier Illarramendi se perderán la hipotética final si ven una cartulina amarilla esta noche. El portugués Pedro Proença será el encargado de dirigir el encuentro, así que él (y los jugadores con su conducta) tendrá la última palabra.