Ante el inminente traspaso de Gonzalo Higuaín a la Juventus por una cifra que debería rondar los 90 millones de euros, el Nápoles trabaja a destajo para fichar un delantero de primer nivel con el que apuntalar la delantera de un club que volverá a la Champions League sin tener que jugar la fase previa.
Álvaro Morata y Mauro Icardi son los favoritos en estos momentos, pero el problema es que ambos tienen más de una oferta sobre la mesa.
Morata no sabe nada de su futuro
Morata está hecho un lío. Desde que se supo que el Real Madrid iba a ejercer su opción de recompra no ha sabido dónde va a jugar. Se ha llegado a dar por hecho que saldrá por unos 50 o 60 millones de euros, pero también se ha especulado con la posibilidad de quedarse en el Santiago Bernabéu para volver a vivir a la sombra de Karim Benzema, algo que no le hace ni chispa de gracia.
Icardi no ve con malos ojos hacer las maletas
Icardi tiene más números para llegar a Nápoles. Aunque su ficha es más elevada, su coste es inferior y su relación con el Inter de Milán no es demasiado buena. Roberto Mancini, su entrenador, de momento juega al despiste diciendo que no sabe nada sobre el futuro del goleador argentino, que como es lógico no vería con malos ojos cambiar de aires si eso le sirve para asegurarse un contrato más suculento. El problema es que el Atlético de Madrid también anda tras sus pasos, aunque los rojiblancos manejan otras opciones para la delantera, como por ejemplo el regreso de Diego Costa.
Evidentemente, los movimientos no se producirán hasta que la primera pieza se mueva para crear el efecto dominó, algo que debería ocurrir esta misma semana.