Unos suben y otros bajan, así es el fútbol. En este ocasión, el trago amargo de la jornada se lo ha llevado la afición del Zaragoza, un histórico del fútbol español que vuelve al infierno de la Segunda División. Una mala gestión deportiva (hasta 4 entrenadores en una temporada) y problemas en el propio vestuario (por ejemplo con el caso D’Alessandro), han provocado que se haya llegado a esta situación a pesar de la calidad futbolística de una plantilla que incluso aspiraba a estar entre los 4 o 5 primeros de la Liga. Su derrota de esta noche en el Ono Estadio de Mallorca por 3-2 ha condenado a los maños.
Mal pintaban las cosas antes de empezar el partido más importante de la temporada. El Zaragoza no dependía de sí mismo para salvar la categoría y encima delante tenía a un Mallorca en racha que se jugaba estar en puestos de UEFA.
Para postres, pronto se adelantarían los locales con un gol de Güiza con algo de fortuna. Tan sólo se llevaban disputados 15 minutos de partido y ya mandaban los bermellones.
La segunda parte se inició con un Zaragoza más ofensivo, al que no le valía la derrota pero sí quizás el empate. Fruto de su empeño llegó el gol del brasileño Oliveira. Corría el minuto 10 de la segunda mitad y la afición maña respiraba un poco más tranquila. Pero no hubo tiempo para celebraciones. Un espectacular centro de Arango era rematado de cabeza a la perfección por Webó 10 minutos más tarde. El Mallorca volvía a golpear.
El tramo final del partido fue de locos. Con todo el Zaragoza metido arriba y sin haber centro del campo, el Mallorca trenzó una contra muy acertada que Gonzalo Castro logró finalizar con éxito anotando el 3-1. Estabamos ya en el descuento y el Zaragoza apuró sus últimos cartuchos para anotar un minuto después el 3-2 por mediación de Oliveira. Pero no hubo tiempo para más. Derrota y el año que viene a intentar subir de nuevo a Primera División. Mi pregunta es…¿cuántos jugadores seguirán? Cualquiera mantiene los sueldos de Diego Milito y compañía…