Casi siempre hablamos de Primera División, pero esta temporada hay que estar muy atentos a lo que sucede en Segunda División. ¿Por qué? Pues porque se ha convertido en un pañuelo en el que puede pasar absolutamente de todo.
Se han disputado ya 25 jornadas, pero el primero, el Eibar, solo tiene 15 puntos más que el colista, el Real Madrid Castilla. Eso habla muy bien de una competición que no es igualada porque quede bien decirlo. Es igualada porque cuesta mucho ganar tres puntos y cualquier equipo te puede sorprender como local o como visitante.
El Eibar está en lo más alto junto al Deportivo de la Coruña, pero ninguno de los dos se puede dormir más de la cuenta. El Sporting de Gijón está a un punto amenazando con ocupar una de esas dos plazas que dan derecho a jugar en Primera División la temporada que viene.
Con un ojo en Primera y otro en Segunda B
Recreativo de Huelva, Lugo y Zaragoza son los tres equipos que acompañan al Sporting en los puestos de playoff de ascenso, aunque ninguno de ellos tiene nada claro que vaya a terminar la temporada ahí. De hecho, los maños son sextos con 36 puntos y están a solo 7 puntos del descenso, que ahora mismo lo marca el Alcorcón. Los madrileños soñaban con el ascenso hace unos meses, pero ahora están metidos en la zona más peligrosa de la clasificación.
Todo esto hace que la Segunda División esté preciosa. Los aficionados y los jugadores son conscientes de que todo puede cambiar en dos o tres jornadas, así que nadie quiere bajar los brazos. No hay los típicos equipos que sobresalen y tampoco están los que se ven en Segunda B a mitad de temporada. De hecho, no existe la zona tranquila. Tienes que mirar hacia arriba y hacia abajo porque no sabes dónde puedes estar a final de temporada. Una mala racha de partidos puede cambiar tus objetivos por completo.