Menos mal que no era un partido clasificatorio. A Holanda le pasa lo mismo que al Ajax, que ha dejado de ser un referente a nivel europeo. Quedarse fuera de la Eurocopa de Francia fue un mazazo muy duro e inesperado, y lo peor de todo es que no se perciben síntomas de recuperación.
Con Danny Blind en el banquillo las cosas van de mal en peor y anoche volvieron a perder ante una selección que no es ni mucho menos de las potentes. Grecia les pintó la cara tirando de efectividad en el Amsterdam Arena, donde se disputó el amistoso que terminó con el resultado de 1-2.
¿Problema de base?
Echando un vistazo a la alineación de Holanda a uno no le extraña que estén tan mal. Faltan cracks y los que hay se han hecho viejos, como es el caso de Wesley Sneijder. Da la sensación de que están pagando muy caro el cambio de política del Ajax, que de ser un equipo repleto de holandeses ha pasado a ser un equipo repleto de extranjeros (hasta 6 en el once inicial del partido que jugaron el pasado domingo). Al PSV y al Feyenoord les pasa lo mismo, aunque en menor medida y dentro de lo normal si tenemos en cuenta que es algo habitual en casi todas las ligas europeas.
Remontada inesperada
Los locales se adelantaron en el marcador con un gol de Georginio Wijnaldum en el minuto 14. El centrocampista del Liverpool aprovechó una buena asistencia de Vincent Janssen para superar a Orestis Karnezis. Parecía que iban a logar una victoria cómoda, pero los helenos se recuperaron a la media hora de juego estableciendo la igualada por mediación de Mitroglou.
El golpe definitivo no llegó hasta el último cuarto de hora, cuando Giannis Gianniotas superó a Jeroen Zoet, que fue titular en detrimento de Jasper Cillessen, el nuevo portero del Barça. La ‘Oranje’ buscó sin premio el empate porque jugó con ansiedad. Vestir esa camiseta no es cualquier cosa y lo saben. Les hace falta encadenar varias victorias para volver a respirar, aunque me temo que el problema no es solo anímico.