Parece que las cuentas no estaban tan claras como parecía en Can Barça. La auditoría realizada por Deloitte destapa las miserias de un club que parecía ir viento en popa en lo económico, algo que Joan Laporta no se cansaba de decir. Sin embargo, lo cierto es que los 11,1 millones de euros de beneficio neto que presentó el pasado 30 de junio Xavie Sala i Martín, antiguo tesorero, no eran más que un espejismo. En realidad la anterior cifra maquilló y mucho los resultados para no despedirse con números rojos.
El año pasado fue bastante malo para las arcas del FC Barcelona. En total las pérdidas ascendieron hasta los 77,1 millones de euros, por lo que la diferencia entre las cuentas del auditor y las de Sala Martín son de 89 millones de euros. Está claro que las salvedades contables han sido importantes.
Javier Faus, nuevo vicepresidente económico, detalló la diferencia: 37,8 millones de Sogecable, 14,9 millones de los terrenos de Sant Joan Despí, donde se encuentra la ciudad deportiva del Barça, y más millones que no se han contabilizado como los 8,2 de la amortización del fichaje de Thierry Henry.
En total la deuda neta asciende hasta los 442 millones de euros, cifra desorbitada si tenemos en cuenta que en junio de 2004 era de 300 millones. Es evidente que los éxitos deportivos no se han trasladado a la parcela económica.