Buenas noticias para los canteranos del Barça. El fichaje de Luis Enrique les abre un abanico de posibilidades que estaba totalmente cerrado cuando el Tata Martino se hizo con las riendas del equipo. Pep Guardiola y Tito Vilanova sí que apostaron por la gente que viene empujando desde abajo con fuerza, pero el técnico argentino no recurrió al filial y tuvo mucho miedo a la hora de apostar por la titularidad de Marc Bartra, que al final se ganó su confianza en el campo.
Experiencia por ilusión
El ex entrenador del Celta, que ya dirigió al Barça B durante tres temporadas y logró el ascenso a Segunda División, quiere rodearse de gente joven que tiene ganas de triunfar. Ante la falta de motivación de algunas vacas sagradas creo que es una decisión inteligente. Y no solo por eso, sino que también hay que entender que algunos jugadores ya no están para rendir al mismo nivel que temporadas atrás (véase Xavi Hernández).
El regreso de Rafinha y Deulofeu
Eusebio Sacristán, el actual técnico del filial que lo está bordando en la división de plata, considera que hay muchos jugadores que están preparados para dar el salto. Quienes sí que lo están y ya sabemos que volverán son dos que se han ganado su regreso a base de buenos partidos. Hablo de Rafinha y Gerard Deulofeu, dos diamantes en bruto que quieren pisar el Camp Nou para ganarse a la afición desde el primer día.
Nuevas oportunidades
Cristian Tello, Marc Bartra, Sergi Roberto y Martín Montoya coincidieron con el asturiano en el filial y ahora podrían ver el futuro más claro. Lo que no sé es lo que pasará con Isaac Cuenca, que me parece que se tendrá que buscar la vida lejos de la Ciudad Condal.
Para terminar, decir que «Lucho» ha demostrado su apuesta por los más jóvenes durante su etapa en el Celta. Allí ha hecho debutar a David Costas y David Goldar, al tiempo que le ha dado toda la confianza del mundo a Santi Mina, un joven delantero de 18 años que ya se ha asentado en el primer equipo del cuadro vigués.