Plácida victoria del Madrid en Gelsenkirchen

Cristiano Ronaldo feliz celebrando su gol
Tal y como estaba escrito en el guión, el Real Madrid no pasó demasiados apuros para encarrilar su eliminatoria de octavos de final de la Champions League ante el Schalke 04. Los blancos, que ayer vistieron de rosa, no golearon como la temporada pasada, pero se marcharon del Veltins Arena con un 0-2 que les permite afrontar el partido de vuelta con mucha tranquilidad.

La mejor noticia de todas no solo fue el resultado. También se alegraron por el gol que marcó Cristiano Ronaldo para acabar con su racha de un mes sin marcar. El ‘7’ jugó al nivel que nos tiene acostumbrados y volvió a sonreír como en sus mejores momentos.

Cristiano abrió la lata

El primero de la noche llegó en el minuto 26. Dani Carvajal levantó la cabeza, vio a Cristiano Ronaldo en el corazón del área y se la puso con la izquierda para que se anticipara a la salida del jovencísimo Timon Wellenreuther, que poco pudo hacer cuando se dio cuenta de que el portugués le había ganado la partida.

Cristiano Ronaldo rematando de cabeza
Los minutos iban pasando y el Madrid era superior. Tocaba a placer con un centro del campo formado por Isco, Toni Kroos y Lucas Silva. El brasileño tuvo minutos desde el inicio y los aprovechó para demostrar que está preparado para jugar partidos importantes. No sobresalió por encima del resto, pero tampoco se complicó la vida. Y eso, como sabrás, ya es algo positivo en un centrocampista que tiene como misión no perder balones.

Marcelo sentenció tras un aviso

El Madrid se llevó un buen susto cuando un disparo de Klaas-Jan Huntelaar golpeó el larguero de un Casillas que había hecho vista. A partir de ese momento los de Carlo Ancelotti despertaron y fueron a por el segundo, que llegó en el minuto 79 gracias a un tremendo disparo de Marcelo. El lateral izquierdo de la selección canarinha utilizó su pierna menos buena para ponerla en la escuadra, imposible para Wellenreuther.

Dentro de 15 días se volverán a encontrar en el Santiago Bernabéu. Los alemanes tratarán de dar la campanada, pero saltarán al césped sabedores de lo difícil que será ganar por dos o más goles en la capital de España.

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