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Alves y el Barça siguen deshojando la margarita

Dani Alves
«Me quedo, no me quedo», «le renuevo, no le renuevo»… Son las dudas que tienen las dos partes implicadas en una renovación que está más atascada que la Ronda Litoral de Barcelona en hora punta. Dani Alves se ha declarado fan de la ciudad recientemente, y el Barça ve que no tiene a un lateral derecho que pueda suplirle en estos momentos. Douglas es un pufo como una catedral y Martín Montoya no tiene todo el respaldo que debería tener en mi opinión. Si a eso le sumamos que no pueden fichar este verano por culpa de la sanción de la FIFA, es normal que más de uno y de dos estén preocupados.

La patata caliente la sostiene Bartomeu

La situación es idílica para un Dani Alves que apenas tenía poder de negociación hace unos meses. El hecho de que no puedan buscarle sustituto le permite jugar al regateo con los directivos a la hora de renovar su contrato. De hecho, no es tonto y quiere extender su compromiso tres temporadas más, lo que le supondría terminar su etapa en el club con los 35 años recién cumplidos.

Van Gaal le espera

El Barça quiere ofrecerle un año más para salir del paso, y está claro que esa oferta no la va a aceptar bajo ningún concepto. No porque sabe que puede apretar, pero también porque tiene una interesante propusta del Manchester United que le seduce. Los ingleses le ofrecen un salario similar y la posibilidad de permanencer en Old Trafford durante un espacio de tiempo superior a los doce meses.

El Arsenal también ha contactado con su agente y hay otros clubes como el PSG que podrían llamarle para entrar en la puja. Lo que queda claro es que no va a tomar una decisión en las próximas semanas. Hará todo lo posible para demostrar que sigue siendo uno de los mejores laterales del mundo y se venderá al que le ofrezca las mejores condiciones económicas y deportivas cuando haya terminado la Liga.

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