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Atlético y Madrid lo dejan todo para el Bernabéu

Diego Godin
Nos quedamos sin ver goles. Hubo mucha brega sobre el césped del Vicente Calderón, pero nadie fue capaz de meter la pelotita dentro de la portería en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League. Lo intentó sobre todo el Real Madrid, que sorprendió al Atlético de Madrid con un planteamiento más ambicioso y menos temeroso de lo que estábamos acostumbrados a ver en las últimas fechas.

Pudieron llevarse el partido tranquilamente, pero se toparon con un muro esloveno llamado Jan Oblak. En la primera parte realizó varias paradas de mérito que desesperaron a los James, Cristiano y compañía. Fue quien sostuvo a su equipo en los momentos más delicados.

Primera parte blanca, segunda rojiblanca

El Cholo Simeone se desgañitaba en la banda. No lo veía claro. No tenían el balón y eran incapaces de salir con claridad. El Madrid monopolizó la posesión y gozó de las mejores ocasiones durante los primeros 45 minutos. La primera, y tal vez la más clara de todo el encuentro, la tuvo Gareth Bale en el minuto 3. Se quedó solo ante Oblak y no definió lo suficientemente bien como para superarle.


Los colchoneros aguantaron estoicamente y salieron con otro aire en la segunda parte. Más relajados y con las ideas más claras. Por eso Iker Casillas tuvo que emplearse a fondo en varias jugadas de peligro. Lo intentaron con más corazón que cabeza, y muchas veces encomendándose a la magia de Arda Turan, que a pocos minutos del final se marcó una jugada que habría firmado el mismísimo Leo Messi.

El guerrero Mandzukic

Mario Mandzukic se peleó con todo bicho viviente. Sergio Ramos, Dani Carvajal, Raphael Varane… Tuvo fiesta con todos y acabó mal parado. Un codazo se Ramos (en mi opinión involuntario) le hizo sangrar y estuvo varios minutos fuera del campo. Por eso volvió todavía más cabreado. Le gustan las batallas y no le gusta ser el que más recibe, así que continuó increpando a los centrales merengues hasta el último minuto. No se puede negar que es un titán, un delantero centro pesado como pocos.

Varane y Mario Suárez en plan jefes

En mi opinión las estrellas del partido no fueron ni CR7 ni Antoine Griezmann, que llegaban lanzados al choque. Para mí todo el mérito hay que dárselo a dos jugadores de corte defensivo como Varane y Mario Suárez. El madridista lo cortó prácticamente todo de cabeza y demostró ser uno de los mejores velocistas de Europa. Llegaba antes que nadie a los cruces y hasta se inventó una jugada en ataque que a punto estuvo de acabar en gol. Suárez, por su parte, estuvo en todas, salvando a su equipo en momentos clave y repartiendo juego con criterio. En mi opinión, hizo un partido muy completo. Es una lástima que no pueda jugar el partido de vuelta por sanción (vio tarjeta por cortar un contraataque comandado por Isco).

Benzema, un amigo

También me gustaría hablar de Karim Benzema, uno de mis delanteros preferidos. El francés tiene mucha calidad y eso es de agradecer, pero a veces le falta esa voracidad que necesita cualquier ‘9’. Tuvo dos ocasiones en las que pudo finalizar y decidió dejarle el balón a Cristiano Ronaldo en situación menos propicia. No sé si es que se siente cohibido cuando tiene al portugués cerca o qué, pero el caso es que al equipo le vendría bien que fuera un poco más egoísta.

Cualquier cosa puede pasar en Chamartín

Veremos qué es lo que pasa en el partido de vuelta. El Madrid, que no podrá contar con Marcelo por sanción, es sensiblemente favorito porque juega en casa, pero cuidado con el valor doble de los goles que marque el Atlético. Sabemos que es un equipo muy competitivo y que tiene jugadores capaces de resolver una eliminatoria por sí solos.

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