¡Esto sí que es noticia! Mario Balotelli se ha estrenado como goleador en la Premier League. Lo ha hecho en su partido número 13, que se dicen pronto. Han tenido que pasar más de 750 minutos para verle celebrando un gol en la competición doméstica. Antes había marcado un gol en la Copa de la Liga y otro en la Champions League, por lo que su bagaje sigue siendo muy pobre.
Markovic dio primero
El Liverpool derrotó por 3-2 al Tottenham anoche en un partido vital para los de Brendan Rodgers si quieren volver a jugar la máxima competición europea la temporada que viene. Se adelantaron por mediación de Lazar Markovic, que en el minuto 15 le echó valor a una jugada en la que ningún defensa de los ‘Spurs’ le salió al paso. Eso le permitió disparar con su pierna izquierda para sorprender a un Hugo Lloris que en mi opinión pudo hacer algo más para evitar el tanto.
Kane lo volvió a hacer
El hombre de moda en Inglaterra, Harry Kane, igualó la contienda diez minutos después. Lo hizo tras una gran jugada colectiva que no podía desaprovechar. Recibió justo delante de Simon Mignolet y fusiló con su pierna derecha situando el balón por debajo de las piernas del portero suizo. Sumaba su decimotercer tanto en la Premier, lo que le permite ser el máximo artillero inglés junto a Charlie Austin del Queens Park Rangers.
Gerrard no falló desde los once metros
Tras la reanudación se volvieron a adelantar los locales. Fue gracias a un penalti cometido sobre Daniel Sturridge. Philip Dowd no se lo pensó dos veces y señaló la pena máxima, que como puedes imaginar fue transformada por Steven Gerrard. El capitán no se puso nervioso y la colocó con potencia. Lloris había adivinado su intención, pero no pudo llegar al balón.
Dembélé empató de nuevo, pero Balotelli decidió
Eso pasó en el minuto 52. Ocho más tarde una nueva réplica de los ‘Spurs’. Esta vez fue el belga Moussa Dembélé el que empujó la pelota a gol tras un inteligente centro de Kane. Remató de forma ortodoxa, pero subió al marcador igual.
Así las cosas, Brendan Rodgers decidió mover el banquillo y apostó por Balotelli, que entró en el minuto 74 para sustituir a Sturridge. Se escucharon murmullos en Anfield. Casi nadie confía en él. Sin embargo, fue su noche porque logró el tanto de la victoria en el minuto 82, cuando recibió un buen centro raso de Adam Lallana que supo leer a la perfección. Solo tuvo que empujarla, pero para él fue un gol muy importante, uno de los más importantes de su carrera deportiva. Sus compañeros corrieron a abrazarle conscientes de la delicada situación que está atravesando.