Icono del sitio Liga Fútbol

Bellingham decide el Clásico con un doblete

Bellingham-celebracion
Casi nadie hablaba de él, y eso que varios clubes importantes se lo rifaban, especialmente los de la Premier League. El Liverpool fue uno de los que más dinero estaba dispuesto a poner sobre la mesa, especialmente para convencer al futbolista, pero Jude Bellingham tenía muy claro que quería triunfar en el Real Madrid. Lo tenía mucho más claro que un Kylian Mbappé que copaba todas las portadas de los diarios y que una vez más dejó su aventura blanca para más adelante. Por suerte para los blancos, el francés no es imprescindible porque el máximo goleador de LaLiga es inglés y viste la elástica del Madrid.

El caso es que esta noche ha vuelto a demostrar que es un jugador decisivo. Además de lo mucho que trabaja en el centro del campo para presionar y robar balones desde su posición de mediapunta, no podemos olvidar que aporta muchísimo en ataque, asistiendo a sus compañeros y marcando goles como los dos que ha anotado esta noche para darle la vuelta al Clásico.

Gündogan hizo el primero

El Barça fue bastante superior en la primera parte, sobre todo gracias a la apatía de los jugadores dirigidos por un Carlo Ancelotti que estaba deseando que Gil Manzano señalara el final del primer tiempo. El único tanto de la primera mitad del Clásico lo marcó Ilkay Gündogan en el minuto 7 gracias a la falta de concentración de la defensa blanca, que no reaccionó a tiempo y vio como el alemán se plantaba solo ante Kepa con suma facilidad y le superaba sin problemas.

La resurrección de la mano de Jude


Con el inicio de la segunda parte algo cambió, sobre todo a partir del minuto 60 de partido. El Madrid fue a por el empate con decisión y empezó a acumular ocasiones de gol, aunque pocas eran claras. Todo hasta que Bellingham recogió un rechace a unos 10 metros de la frontal del área y se acomodó rápidamente el balón para soltar un latigazo excepcional que se coló muy cerca de la escuadra. Marc-André ter Stegen voló, pero no pudo hacer nada para evitar el gol.

Ya en el tiempo de descuento, Dani Carvajal colgó un balón al área buscando a Luka Modric y el croata no pudo controlarlo lo suficientemente bien como para quedárselo, pero su toque habilitó de forma involuntaria a un Bellingham que siempre suele estar en el lugar correcto en el momento oportuno. Y ahí, a escasos metros de la línea de gol, no desperdició la oportunidad de brillar y convertirse en el gran protagonista de su primer Clásico. Ha nacido con estrella y le va a dar muchas alegrías a un Madrid que si está como está esta temporada, es en gran parte gracias al centrocampista del Borussia Dortmund.

Salir de la versión móvil