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Bravo pasó de Guardiola, a quien no quiso abrazar

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En el Manchester City no todo es de color de rosa. Es verdad que son líderes en la Premier League con muchos puntos de ventaja y siguen vivos en otras competiciones como la Champions, pero lo cierto es que algunos jugadores están molestos con Pep Guardiola.

Uno de ellos es Claudio Bravo, que llegó el año pasado con la etiqueta de porterazo y dejó de ser titular a media temporada.

Suplente desde hace mucho tiempo

El chileno se siente infravalorado y no entiende por qué el técnico catalán apostó por él en su día. Cierto es que su rendimiento fue muy pobre, lo que le llevó a ser suplente en beneficio de un Willy Caballero que ni en sus mejores sueños esperaba vivir unos últimos meses tan activos en la portería del City.

Reivindicación con abrazo no correspondido

El caso es que Bravo solo juega los partidos de la Copa de la Liga de Inglaterra, un premio menor con el que no se conforma. El fichaje del brasileño Ederson Moraes le ha cerrado las puertas de la titularidad y solo puede resignarse. Eso y hacerlo tan bien como el pasado martes ante el Leicester City.


El ex del Barça fue el héroe de la clasificación de los suyos para las semifinales de la Copa de la Liga. Se salió en la tanda de penaltis y tanto sus compañeros como el público le felicitaron. No fueron los únicos, ya que Guardiola se acercó a él con una felicidad inmensa para darle un abrazo.

Bravo le vio venir y se hizo el loco. Se giró hacia la grada para evitar un cara a cara que no le apetecía en absoluto. Sin embargo, no pudo evitar el achuchón del de Santpedor, que le abrazó por detrás como si les hubiera salvado la temporada. Fue un ninguneo en toda regla que refleja la mala relación que existe entre ambos.

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