José Mourinho quiere pescar en la Bundesliga. Está pensando en la temporada que viene sin saber si su equipo jugará la Champions League. No debe importarle mucho, ya que el Manchester United es uno de los clubes más ricos del mundo y el gasto en fichajes no dependerá de si regresan o no a la máxima competición continental.
Aunque se ha hablado y se sigue hablando mucho de Antoine Griezmann, el nuevo objetivo de los diablos rojos parece ser Ousmane Dembélé. El joven futbolista del Borussia Dortmund es del agrado del portugués, que en estos momentos echa de menos tener jugadores capaces de desbordar por banda.
Buscando dinamita
Considera que el principal problema está en la zona ofensiva y empiezan a moverse a sabiendas de que la continuidad de Zlatan Ibrahimovic no está nada clara. El sueco tiene una oferta de Los Ángeles Galaxy que le seduce y su contrato expira el próximo 30 de junio. Todavía no ha renovado y es muy probable que no lo haga, sobre todo si no logran el objetivo de ganar la Europa League o terminar entre los cuatro primeros de la Premier.
Es feliz en Dortmund
Dembélé, que solo tiene 19 años, está jugando bastante a las órdenes de Tomas Tuchel, que también le ha dejado en el banquillo en más de una ocasión en lo que va de temporada. Sin embargo, podríamos decir que es más titular que suplente en su primera temporada en Alemania. Eso le hace sentirse cómodo y afrontar el futuro con optimismo, pero es probable que no quiera dejar pasar un tren como el del United, ya que significaría elevar su ficha y vestir la camiseta de un grande de Europa.
No es un traspaso fácil
El Borussia no quiere desprenderse de él. Pagó 15 millones de euros al Rennes para hacerse con sus servicios y solo escuchará ofertas a partir de los 60 millones de euros, una cantidad que se convertiría en todo un récord para el club, ya que superaría los 42 millones de euros que percibieron por Henrikh Mkhitaryan, que curiosamente acabó en Old Trafford.