A Ángel Di María se le ha acabado el chollo de la titularidad en el Real Madrid. Y menos mal. Vender a Mesut Özil y no venderle a él fue un gravísimo error del que más de uno se acordará cuando termine la temporada si Carlo Ancelotti no logra ni un solo título. El técnico italiano se hizo responsable del traspaso del alemán y ahora va diciendo por ahí que Arsène Wenger les debe una cena. Dos o tres diría yo.
Los problemas físicos de Gareth Bale le dieron vidilla. Se convirtió en el mejor socio de Cristiano Ronaldo con el permiso de Isco. La afición del Santiago Bernabéu le adoraba y la prensa se deshacía en elogios hacia su persona.
Su suerte cambió cuando Bale se puso a tono
Un buen día el galés se recuperó y pasó a ser titular. Hay quienes decían que Karim Benzema sería el damnificado, pero no tenía ningún sentido cargarse al delantero centro del equipo para meter ahí a Cristiano o a Bale. Ancelotti, que no es tonto y tiene al lado al principal valedor de Benzema, optó por cargarse al ‘Fideo‘, que ahora mismo sabe que como mucho es el jugador número 12 y no es tan feliz como semanas atrás.
La lesión de Sami Khedira podría beneficiarle en cierto sentido, pero la recuperación de Xabi Alonso ha definido todavía más si cabe el centro del campo. Las bandas son para Cristiano y Bale, mientras que la posición de medio centro ofensivo es cosa de Modric o Isco. Así las cosas, Di María se ve obligado a esperar sanciones o lesiones para meterse en el once titular.
Jorge Mendes le está buscando equipo
Jorge Mendes, su representante, ya se está moviendo en busca de pretendientes que puedan igualar lo que cobra actualmente en el Madrid. Manchester City, Chelsea y Arsenal le deseaban durante el pasado verano, así que su futuro podría encaminarse hacia la Premier League. La última palabra la tendrá él, aunque Florentino Pérez no le dejará marchar a cualquier precio.