Con lo feliz que era Diego Costa en su primer año en Londres… El delantero centro hispano-brasileño está viviendo un auténtico calvario esta temporada, y no solo por las críticas que recibe cada vez que Vicente del Bosque le convoca.
Solo ha marcado dos goles en diez partidos, unos registros que contrastan con los de la temporada pasada, cuando terminó como tercer máximo goleador de la Premier League con 20 goles.
Sigue como titular, pero no marca
José Mourinho no pierde la fe porque no le queda otra. En el banquillo tiene a Radamel Falcao, que ya ha demostrado que es inservible, y a Loïc Rémy, en quien confía más como revulsivo que otra cosa.
Lo que no ha cambiado es su afán por buscar pelea cada vez que salta al terreno de juego. La sanción de tres partidos que recibió por agredir a Laurent Koscielny en el último choque ante el Arsenal le ha calmado, pero ahora falta que lleguen los goles. Él lo intenta por activa y por pasiva, pero las cosas no le salen. Es un reflejo de lo que le ocurre a un equipo que ha pasado de ganar la Premier a ser decimosexto con 11 puntos de 36 posibles.
Tiene abiertas las puertas del Atleti
Por si las cosas se tuercen todavía más y el Chelsea cambia de planes y ficha a otro delantero que le deje en el banquillo, Diego Costa ya piensa en su regreso al Atlético de Madrid, donde se reencontraría con un entrenador que iría con él hasta el fin del mundo.
Para el Cholo Simeone sería el mejor regalo. Jackson Martínez no está funcionando todo lo bien que creía y Fernando Torres está más cerca de un equipo de segunda fila que de ser titular de uno de los mejores equipos de Europa. Así las cosas, no sería nada extraño que Enrique Cerezo llamara a Roman Abramovich para negociar las condiciones de un traspaso que no sería económico. No hay que olvidar que los rojiblancos se embolsaron 40 millones de euros por la venta del de Lagarto.