El Dortmund, a por la machada


En el fútbol no hay nada imposible. Lo ha dicho Marco Reus, uno de los mejores jugadores del Borussia Dortmund, uno de los que continuará la temporada que viene si no pasa nada raro. Sin embargo, Robert Lewandowski, que sí abandonará la entidad el próximo 30 de junio, ha sido mucho más prudente después de ver el partido de ida lejos del terreno de juego, puesto que estaba sancionado.

El delantero centro polaco fue la gran estrella de la eliminatoria de semifinales que les enfrentó hace casi un año. Anotó cuatro goles en el partido de ida y dejó contra las cuerdas al Real Madrid de José Mourinho, que estuvo a punto de completar la machada pero que acabó muriendo en la orilla.

La venganza está al caer

La palabra machada es la que más suena en el vestuario del Borussia Dortmund. En el del Madrid, sin embargo, suena la de venganza. El año pasado iban a por la Décima como si no hubiera otra competición y al final se quedaron con las ganas de jugar la final. Por eso esta noche saldrán al campo muy concentrados, con la intención de ganar para no jugar el clásico partido en el que te cierras y lo acabas pasando muy mal.

Jürgen Klopp lo tiene claro. Van a ir a por todas y no van a permitir un resultado como el de la ida. Sus jugadores se dejarán la piel en el campo y él planteará un partido muy ofensivo para que las ocasiones de gol no tarden en llegar. No quiere una primera parte normal y una segunda a la desesperada. Quiere un partido que desde el primer minuto sea como él, loco.

Cristiano lo verá desde el banquillo

Carlo Ancelotti, que cumple su partido número 50 como entrenador del Madrid, no podrá contar con Cristiano Ronaldo de inicio. El crack portugués se reservó el pasado sábado y no saltó al césped de Anoeta, pero todavía no se encuentra al 100%. Quiere jugar porque es un gran profesional y porque está deseando batir todos los récords habidos y por haber, pero Florentino Pérez y el cuerpo técnico ya han hablado con él para frenarle.

Lo más sensato es que se quede todo el partido en el banquillo, a no ser que las cosas se pongan muy feas y sea necesario recurrir a su talento para evitar una remontada que sería histórica y acabaría con el sueño de la ansiada Décima.

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