El Real Madrid jugó anoche un partido correcto en Múnich. Sin embargo, la especulación le llevó a perder por 2-1 en el último minuto. Los de José Mourinho no supieron mantener un 1-1 que hubiera sido muy bueno para la vuelta.
Jupp Heynckes planteó el partido de tal forma que los suyos tuvieron más posesión de balón. Además, también tuvieron más ocasiones que su rival.
El primero de la noche lo hizo Franck Ribéry en el minuto 16 tras aprovechar un rechace en una jugada a balón parado. Como siempre el Madrid demostró mucha pasividad en ese tipo de jugadas y lo acabó pagando muy caro. Iker Casillas estuvo a punto de detener el potente disparo del francés, pero finalmente terminó alojado en el fondo de las mallas.
Con el marcador de 1-0 se llegó al descanso. Los blancos lo estaban pasando mal y lo mejor era volver a los vestuarios para coger aire y recibir indicaciones.
Tras la reanudación el Madrid aprovechó una de las pocas contras que tuvo durante todo el partido. Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Ángel Di María y Mesut Özil salieron disparados hacia arriba y a punto estuvo de marcar el portugués. No supo definir bien ante Manuel Neuer pero la jugada continuó viva. Benzema se adentró en el área y puso un centro muy peligroso por bajo que Cristiano llegó a tocar para que Özil solo tuviera que empujar el balón para marcar.
Corrían minutos de felicidad para el Madrid, pero se veía venir que lo de especular no iba a ser muy buena idea, sobre todo teniendo en cuenta que Fabio Coentrao estaba haciendo un partido muy malo en defensa. Arjen Robben se le iba cada vez, aunque finalmente quien le rompió la cintura de forma decisiva fue Philipp Lahm. El lateral llegó hasta la lína de fondo y se sacó un centro muy envenenado que Mario Gómez pudo rematar con el muslo. El Allianz Arena enloqueció y ahora tocará ganar a los bávaros en el Santiago Bernabéu.