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El Madrid gana su décima Champions tirando de épica

Real Madrid v Atlético MadridUEFA Champions League
El Real Madrid ya tiene la ansiada décima Champions League. Florentino Pérez podrá dormir tranquilo, al igual que los jugadores y los aficionados, que ahora mismo se encuentran de resaca tras el gran partido de anoche. Lo de gran partido es por lo de no perderle nunca la fe, porque no fue un espectáculo puro y duro desde el punto de vista futbolístico.

El Atlético de Madrid rozó la gloria porque un gol de Diego Godín le permitió mandar en el marcador desde el minuto 36 hasta el 93. Fue en ese momento cuando apareció Sergio Ramos, el gran héroe de la décima con el permiso de Cristiano Ronaldo, que anoche no estuvo a su nivel, pero que ha establecido el récord de goles en una sola temporada de la Champions.

Costa no duró ni 10 minutos

El Cholo Simeone vio como su plan funcionaba durante casi todo el partido. El Atlético, que se quedó sin Diego Costa en el minuto 9, fue capaz de hacer las cosas a las mil maravillas. Se replegó muy bien atrás, evitó los temidos contraataques y aprovechó una de las pocas ocasiones que tuvo. En términos generales, puedo afirmar sin miedo a equivocarme que fue superior al Madrid en la primera parte.

Cantada de Casillas y gol de Godín

El tanto lo marcó el de casi siempre. Si no está Costa hay que esperar un cabezazo de alguno de los centrales. Ayer le tocó a Godín, que ya fue protagonista en el Camp Nou gracias a un gol que valió una Liga. Esta vez aprovechó la debilidad defensiva del Madrid, que le dejó rematar a placer cuando todos salían del área pequeña. Iker Casillas se quedó a media salida y pasó lo que pasó. El central uruguayo tocó lo justo para superarle y el de Móstoles no pudo reaccionar a tiempo para evitar el gol.

Con ese tanto se llegó al descanso, con la sensación de que los merengues no estaban jugando con intensidad. Eso y que Sami Khedira no estaba dando la talla. Carlo Ancelotti se equivocó apostando por él desde el inicio. De hecho, yo no hubiera apostado por el alemán ni llevando cinco meses de rodaje. Si ya suele ser un jugador pesado, con tantos meses de inactividad ni te cuento.

Isco y Marcelo le cambiaron la cara al Madrid

Otro que no lo estaba haciendo bien era Fabio Coentrao. El lateral portugués fue sustituido junto a Khedira para que Marcelo e Isco saltaran al césped del Estadio da Luz antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora de la segunda parte. El malagueño estuvo inspirado, pero fue el brasileño el que animó a sus compañeros aportando frescura por la banda derecha. Se le vio tremendamente motivado y creó mucho peligro sumándose al ataque siempre que veía hueco.

De esta forma llegaron las ocasiones. La banda izquierda, donde también estaba Ángel di María, era la que más dolores de cabeza ocasionaba al Atlético. Juanfran, además, estaba tocado, no podía continuar. Pero como Costa probó innecesariamente y luego hicieron dos cambios más, ya no podían sustituirle y tuvo que aguantar como pudo.

Golazo de Ramos, otra vez protagonista

El gol del empate, el que forzó la prórroga, llegó en el minuto 93. Luka Modric sacó un córner desde la banda derecha del ataque madridista y Sergio Ramos, como ya hizo en Múnich, se convirtió en protagonista gracias a un cabezazo antológico ante el que nada pudo hacer Thibaut Courtois. El de Camas lo celebró por todo lo alto y el partido regresó a su estado inicial. Quedaban 30 minutos por delante, y anímicamente el Madrid estaba más fresco. Pero no solo eso, sino que también estaba más fresco de piernas a excepción de Cristiano Ronaldo, que jugó la final sin estar al 100% y no fue capaz de generar peligro.


Otro que no generó peligro fue Gareth Bale. Bueno, sí, tuvo un par de ocasiones claras, pero falló las dos por muy poco. Quitando eso no se le vio el pelo y se echó de menos ese liderazgo que debería asumir cuando CR7 no está para muchos trotes.

Bale vale para las finales

Fue un partido malo el del galés, pero ya se sabe que el fútbol tiene unas cosas que hace que los aficionados no sean capaces de valorar el partido de un jugador de forma objetiva. Marcó el 2-1 y automáticamente pasó a ser el salvador, tal y como sucedió en la final de la Copa del Rey. Supongo que eso justifica los 100 millones de euros que pagó el Madrid por él el pasado verano, pero a mí me tiene que demostrar algo más para que pueda decir que realmente los vale.

El gol llegó tras una excepcional jugada de Di María, que vio a Juanfran en plan jabalí herido y se fue a por él con decisión. Su disparó fue despejado por Courtois, pero fue a parar a la cabeza de Bale, que tocó muy bien el balón con la cabeza para introducirlo en el fondo de las mallas sin que Toby Alderweireld pudiera hacer nada para evitarlo.

La alegría de Floren con sus amiguitos

El madridismo celebró el gol por todo lo alto porque valía una Champions. Florentino exteriorizó su alegría como también lo hizo en el primer gol, levantándose de su asiento con los brazos hacia arriba y chocándole la mano a su amigo José María Aznar, que seguro que ayudó de lo lindo a su empresa cuando estaba de presidente del Gobierno. Cosas de la corrupción que a Mariano Rajoy, que ayer se sentó al lado de Florentino, también le resultan familiares. De hecho, estoy seguro de que el actual presidente del Gobierno lo hubiera arreglado todo dándole un sobrecito al árbitro al descanso.

Marcelo y CR7 sentencian

El Atlético no bajó los brazos y buscó el empate como pudo, con balones largos y con Miranda y Godín tratando de encontrar un cabezazo milagroso. No llegó y Marcelo sentenció la final con el 3-1. Vio un hueco muy grande, se metió y soltó un zurdazo ante el que Courtois no fue capaz de reaccionar. La guinda la puso Cristiano, que forzó un penalti en el último minuto y se encargó de transformarlo engañando al portero belga.

Un 10 para todos

Eso fue todo. El marcador final no refleja la agonía que vivió el Madrid, que estuvo a punto de quedarse sin la décima. El Atlético termina la temporada dando una lección de fútbol y pundonor, pasando a la historia pese a haber perdido la final. El Madrid, por su parte, puede calificar esta temporada como muy buena, sobre todo después de lo que ganó José Mourinho en tres años: una Copa del Rey y una Liga. Carlo Ancelotti ha ganado más o lo mismo que él en una temporada, según el valor que se le dé a una Liga y a una Champions. El italiano es el entrenador que más Champions ha ganado junto a Bob Paisley, que obtuvo tres ‘orejonas’ con el Liverpool. Antes la ganó con el Milan en 2003 y en 2007.

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