Soy consciente de que me puedo comer estas palabras con patatas. Ni soy pitoniso ni tengo una bola mágica. Simplemente me la juego analizando una serie de aspectos que no me cuadran y me hacen pensar que el Sevilla de Jorge Sampaoli no va a ser ni la mitad de peligroso que el Sevilla de Unai Emery, que con tres Europa League conquistadas de forma consecutiva se ha ganado el derecho de entrenar al todopoderoso PSG.
No se podrá quejar de los fichajes
Quería pensar que Monchi era quien llevaba la voz cantante a la hora de fichar a los jugadores que cada año refuerzan la plantilla. Sin embargo, visto lo visto este verano, hay que decir que las decisiones no las ha tomado él, sino que ha sido Sampaoli el que ha pedido los jugadores a la carta.
El secretario técnico andaluz ha dicho en más de una ocasión que él se encarga de fichar teniendo en cuenta el perfil de futbolista que quiere el entrenador. Y digo yo… ¿Ese perfil pasa por fichar a un jugador sudamericano sí o sí? Por ahora han llegado hombres como Matías Kranevitter, Joaquín Correa, Luciano Vietto, Ganso… Parece un Sevilla hecho para jugar la Copa Libertadores.
Los que he mencionado anteriormente son buenos jugadores, de eso no hay duda. Han triunfado en sus clubes de origen y por eso están aquí. Lo que me hace dudar es el hecho de que estén o no capacitados para jugar en Europa, donde se juega con una marcha más. De Vietto ya sabemos lo que se puede esperar, pero del resto… Ganso es un centrocampista con un talento descomunal que apenas corre durante los 90 minutos. Tendrá que ponerse las pilas si no quiere durar dos días en el Sánchez Pizjuán.
Difícil superar o igualar lo de Emery
Sampaoli ha llegado sin experiencia en Europa y con ganas de demostrar que no ganó la Copa América con Chile por casualidad. Veremos si en el Sevilla es capaz de construir un proyecto tan ilusionante como el de Unai Emery, un hombre que por su entrega caló en el corazón de los sevillistas. Yo, si tengo que dar mi opinión, me decanto por una mala temporada que le llevará a dejar el cargo antes de finalizar su contrato.
SAMPOLI está inflado como una piñata de cumpleaños. Salió rezando a San la Muerte en el panteón del cementerio. En suma sampa ganó con Chile con rezos y patadas… en Europa volverá con la mochila a cuestas y con los bolsillos llenos de euros.