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El Torino empitona al Athletic en San Mamés

Jugadores del Torino celebrando un gol
Anoche, en San Mamés, se enfrentaban dos históricos. Por un lado el Athletic de Bilbao, que venía de ser eliminado en la Champions League, y por el otro el Torino, que hacía 20 años que no disputaba una competición europea.

El león contra el toro en un día pasado por agua y en un estadio que lucía un ambiente espectacular. Nada que ver con los típicos dieciseisavos de final de la Europa League que se disputan en otros lugares del planeta.

Los italianos vinieron a defender

Los primeros minutos fueron muy intensos. El Torino se encerró atrás consciente de que su oportunidad llegaría tarde o temprano. El 2-2 de la ida les obligaba a marcar, pero no tenían prisa. Como equipo italiano que se precia prefirió defender, algo que Ernesto Valverde ya intuía antes del choque.

Se emplearon con dureza y no dejaron que hombres como Aritz Aduriz o Iker Muniain pudieran campar a sus anchas. Si a eso le sumamos la permisividad del árbitro israelí Liran Liany, el encuentro se calentó por momentos y el público mostró su descontento. Más de una tarjeta se había perdido por el camino.

Error de Gurpegui y gol de Quagliarella

Una de las primeras ocasiones de los italianos acabó en gol. Carlos Gurpegui despejó mal un balón colgado al área y cometió penalti sobre Vives al llegar tarde. Pronto se dio cuenta de que no lo había hecho bien, pero ya no se podía hacer nada. Fabio Quagliarella, un gato viejo, hizo el 0-1 desde los once metros a pesar de que Iago Herrerín llegó a tocar el balón con la palma de su mano izquierda.

Iraola empató, pero Maxi López apareció al filo del descanso

Los locales no se vinieron abajo y el guión no cambió. Las ocasiones eran para el Athletic, que no vio la luz hasta poco antes del descanso. Fue entonces cuando Beñat encontró a Andoni Iraola con un pase imposible a la espalda de la defensa. El lateral controló en un palmo de terreno y superó a Padelli con un toque sutil que dice mucho de su calidad.

Parecía que la primera parte iba a acabar con empate a un gol, pero Maxi López apareció en el tiempo de descuento para darle una alegría a los 3.000 aficionados del Torino que se presentaron en San Mamés. El argentino aprovechó un buen centro al primer palo poniendo la cabeza para hacer el 1-2. El Athletic necesitaba un gol para igualar la eliminatoria.

De Marcos igualó la eliminatoria

Lo intentaron y de qué manera en la segunda parte. Se les veía frescos, con muchas ganas y con ideas. Por eso al final encontraron el agujero por el que llegó el 2-2. Iker Munian se la puso al espacio a Óscar de Marcos y éste no falló ante Padelli, al que superó rematando de primeras. El partido estaba precioso y cualquier cosa podía pasar.

Darmian acabó con la furia de los leones

Los de Valverde buscaron el tercer gol aprovechando que el Torino estaba tocado, pero fue entonces cuando Darmian empitonó todas las ilusiones. El Kaddouri recibió en banda izquierda libre de marca y vio a Darmian en el segundo palo, quien se acomodó esperando el balón y remató a las mil maravillas para superar a un Iago Herrerín que no fue capaz de detener su volea.


El partido volvía a estar cuesta arriba para el Athletic, pero esta vez la cuesta era más empinada que antes y quedaba menos tiempo. Necesitaban dos goles que no llegaron, entre otras cosas porque no gozaron de oportunidades claras. El 2-3 fue un mazazo psicológico del que no fueron capaces de reponerse a pesar de que quedaban más de 20 minutos. Por eso hoy no estarán en el bombo de octavos de final.

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