El Real Zaragoza acaba de hacer oficial la destitución de Javier Aguirre. El técnico mexicano no seguirá al frente del club maño por culpa de los malos resultados cosechados en lo que va de temporada. En estos momentos son colistas de Primera División con solo 10 puntos de 48 posibles, así que la destitución no pilla por sorpresa a nadie.
El presidente, Agapito Iglesias, le comunicó la decisión ayer por la noche en una reunión extraordinaria que mantuvieron. El mexicano volvía de sus vacaciones para entrenar al equipo esta mañana con la esperanza de que el 2012 fuera mejor. Sin embargo, ya no será el encargado de dirigir la nave zaragocista.
Para ocupar su puesto suenan varios nombres. Los que lo hacen con más intensidad son los de Míchel (ex del Getafe) y Manolo Jiménez (ex del Sevilla).
Su marcha podría condicionar mucho la continuidad de dos futbolistas compatriotas que hasta ahora lo han jugado todo como titulares: Pablo Barreda y Efraín Juárez. El club deberá sopesar con el nuevo entrenador la posibilidad de venderlos para obtener dinero, pues no hay que olvidar que se encuentran en concurso de acreedores.
Sea quien sea el entrenador, tendrá la difícil labor de sacar del pozo al Zaragoza en el mes de enero. Los partidos serán especialmente importantes porque se medirán al Racing de Santander y al Getafe, dos rivales directos de cara a la permanencia.