Pep Guardiola no está nada contento con el rendimiento que está ofreciendo en las últimas semanas Gerard Piqué, uno de los futbolistas que hasta ahora era intocable en el once inicial del FC Barcelona. Digo hasta ahora porque últimamente le hemos podido ver en el banquillo por decisión técnica.
La última vez fue anoche, en el BayArena de Leverkusen. El central catalán vio el partido de ida de los octavos de final de la Champions League desde la grada, como nunca antes había vivido una noche europea desde que regresó al Barça procedente del Manchester United.
Ante Osasuna en Pamplona Piqué jugó uno de sus peores partidos de la temporada. No estuvo muy fino en ninguno de los tres goles que encajó su equipo y a Guardiola tampoco le gustaron los comentarios que hizo antes del partido. Declaró que a algunos se les iba a hacer la Liga muy larga, a lo que el de Santpedor contestó lo siguiente:
Quizá se nos hace larga a nosotros. Estamos en una situación límite, sólo nos vale un resultado. Si no perdemos puntos no, pero si perdemos se nos hará eterna.
Pese a todo, Guardiola quiso quitar hierro al asunto protegiendo a su jugador para que no haya polémica en los próximos días:
Piqué no tiene motivos para estar enfadado. Es un jugador importantísimo para nosotros. Él sabe que es intocable.