Cuidadito con la liga china porque van muy en serio. Ya publiqué un artículo sobre ello recientemente, y con el paso de los años estoy convencido de que la cosa irá a más.
Es verdad que por ahora sigue siendo el retiro perfecto de viejas glorias, medianías y jóvenes promesas que se han quedado por el camino, pero teniendo en cuenta el poder económico del gigante asiático, deberíamos empezar a reflexionar sobre lo que puede pasar con las grandes ligas europeas dentro de unos años.
A las órdenes de Eriksson
Un buen ejemplo del potencial económico chino ha quedado reflejado en el fichaje de Asamoah Gyan, futbolista ghanés de 29 años que ha decidido abandonar el Al Ain de los Emiratos Árabes Unidos para jugar en el Shanghái SIPG, un equipo dirigido por el veterano técnico sueco Sven-Göran Eriksson.
Están locos
Seguro que en la tierra del petróleo no cobraba mal, pero ante una oferta que ronda los 16 millones de euros anuales no hay quien se resista. Se embolsará 314.826 euros semanales, una auténtica burrada teniendo en cuenta lo que cobran futbolistas de primer nivel como Luis Suárez (305.118), Neymar (305.118) o Gareth Bale (277.380).
Viviendo en una nube
Lo mejor de todo han sido sus palabras de despedida del Al Ain («siempre llevaré este club en mi corazón») y sus declaraciones en tierras chinas al ver el primer partido de su nuevo equipo («Ya adoro este lugar»).
No hay demasiadas estrellas en el Shanghái SIPG, pero me temo que no tardarán mucho en fichar a otros jugadores capaces de marcar diferencias. Por ahora la máxima estrella era el argentino Darío Conca. Y digo yo… ¿puestos a gastarse ese dineral, por qué no fichan mejor? Gyan no es Pelé…