El partido más loco de la primera jornada de la Europa League se disputó en Tel Aviv. Allí se enfrentaban el Maccabi y el Zenit de San Petersburgo. Los rusos eran claros favoritos por plantilla aunque ya no tengan a Hulk en sus filas, pero las cosas se torcieron mucho por culpa de un doblete de Medunjanin y otro tanto del islandés Kjartansson.
De acabar goleados a llevarse los tres puntos
Con el 3-0 en el marcador, y llegados al minuto 77, los hombres dirigidos por Mircea Lucescu sacaron fuerzas de la nada para darle la vuelta al marcador en un tiempo récord. Primero les dio alas el tanto de Kokorin, que vio puerta rozando el fuera de juego. Después, en el minuto 81, la expulsión de Dassa empezó a crear dudas en el cuadro israelí, que ya no veía tan claro lo de hacerse con los tres puntos.
Mauricio subió el 3-2 al marcador en una falta indirecta en el minuto 84, mientras que Giuliano silenció el estadio de la capital de Israel igualando la contienda en el minuto 86. En ese momento estaba más cerca el 3-4 que el 4-3.
El Zenit culminó la remontada en el tiempo de descuento, cuando Luka Djordjevic, ex de la Ponferradina, remató en plancha a las mil maravillas un centro que le llegó desde la banda izquierda. Nadie se lo podía creer, ni siquiera los jugadores visitantes.
¿Partido amañado?
El partido, como suele suceder en estos casos, ha levantado algunas sospechas. Hay quienes dicen que estaba amañado, pero a mí personalmente no me lo parece. No hay ni un solo gol que sea un escándalo y son cosas que pueden pasar en el mundo del fútbol. Y menos mal que pasan, porque hacen que sea un deporte precioso.