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Los madridistas siguen esperando al mejor James Rodríguez

James Rodriguez
No voy a criticar a James Rodríguez porque considero que todavía es pronto para hacerlo, no porque tenga miedo de escribir determinadas cosas como sucede en otros medios deportivos. Yo no me caso con nadie y hablo bien de un jugador cuando lo hace bien o mal cuando lo hace mal.

Eso en parte es un error. Para tener más audiencia debería posicionarme como madridista o como barcelonista escribiendo artículos a medida de los más fanáticos. O lo que es lo mismo, publicando noticias que a la gente les hace sentir bien aunque sean mentiras como panes.

Como a mí me gusta el fútbol y me gusta ser objetivo, aquí no encontrarás información partidista. Daré mi opinión y me puedo equivocar mil millones de veces, pero nunca sabrás si soy del Madrid, del Barça o del Guadalajara porque ni estoy ciego ni quiero engañar a nadie.

80 millones sin amortizar (deportivamente hablando)

Dicho esto, hay que decir que James no está rindiendo al nivel que se esperaba en el Real Madrid. Lleva poco tiempo, es verdad, pero la exigencia en un club de semejante calibre es máxima, algo que se encargó de recordarle Florentino Pérez en su discurso galáctico de bienvenida.


El hecho de costar 80 millones de euros tampoco ayuda. Si hubiera llegado al mismo precio que llegó Toni Kroos (25 millones de euros) no se le exigiría lo mismo, pero siendo uno de los fichajes más caros de la historia del club es normal que se espere mucho de él. A su favor hay que decir que tiene 23 años y mucho margen de mejora.

Su fichaje fue un calentón de Florentino, que quería sacarse de encima a Ángel Di María y necesitaba a un sustituto de garantías. Optó por el que sin duda se convirtió en el jugador revelación del Mundial de Brasil, y los madridistas se contentaron con su llegada porque el ‘Fideo’ todavía estaba mezclado en la sopa de letras de Carlo Ancelotti y porque no nos cansábamos de ver los goles del colombiano por televisión. ¡Ah!, y porque se vendieron muchas camisetas durante los primeros días.

Tranquilos, no es Kaká

Eran tiempos felices, como los que se vivieron en la presentación de Kaká. Con esto no quiero decir que sea un nuevo Kaká, porque creo que los problemas de uno y otro son distintos. Kaká tuvo años para demostrar que era el del Milan y no pudo hacerlo porque físicamente ya no estaba en condiciones. Lo de James tiene que ver con la adaptación, con el descaro y con la confianza que necesita un joven jugador de calidad que acaba de llegar a uno de los mejores clubes del mundo.

¿Qué pasa con Isco?

Esta noche seguramente tendrá una nueva oportunidad para ganarse al Bernabéu. Por el momento no se ha llevado ninguna bronca como la que se llevó Iker Casillas el pasado sábado, tan solo algunos silbidos cuando ha fallado pases fáciles. La afición se ha dado cuenta de que jugar con él es como jugar con Isco, y precio por precio, siempre prefieres quedarte con uno de aquí que ya estaba antes de que viniera otro que se suponía que llegaba porque era mejor. Y de Di María mejor no hablo, que las comparaciones son odiosas.

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