El coqueteo de José Mourinho con la afición del Manchester United ha encendido todas las alarmas de quienes todavía quieren que siga en la capital de España. El técnico del Real Madrid empezó a escribir su historia en Old Trafford, cuando era un entrenador con poca experiencia que dirigía al Oporto. Logró dar la campanada eliminando al todopoderoso United y al final acabó ganando la Champions League. Con esa brillante temporada, en la que logró un soñado triplete, se aseguró tener trabajo para el resto de su vida.
¿Se le ve el plumero?
En aquella ocasión se fue del «Teatro de los Sueños» eufórico, con los puños alzados y con una chulería de la que no se ha despegado con el paso de los años. Sin embargo, el pasado martes se fue del campo con una actitud completamente distinta. Se despidió del cuerpo técnico del Manchester antes de que terminara el partido y saludó a los aficionados que le tendieron la mano.
Ése cambio de actitud también quedó reflejado en la rueda de prensa posterior al partido. Atendió a los medios de comunicación con mucha serenidad y reconociendo que el árbitro les había echado una mano. Entre otras cosas, dijo que Sir Alex Ferguson se tenía que sentir como él cuando expulsaron a Pepe por aquella polémica entrada a Dani Alves.
Pero todavía hubo más. Mourinho dijo que había perdido el mejor, una frase que sin duda alegraría a los fans del Manchester United, esos que algún día podrían corear su nombre.
¿Será Mourinho el sustituto del eterno Ferguson?