El Manchester City viajó a la ciudad condal con ganas de dar guerra, pero cuando saltó al verde del Camp Nou ni siquiera fue capaz de meter miedo. No pudo porque no se hizo con el control del balón durante buena parte de los 90 minutos reglamentarios, y porque Leo Messi estuvo sensacional. El argentino está atravesando el mejor momento de la temporada y con él al 100% es complicado que al Barça se le escapen los títulos que ahora mismo puede ganar: Liga, Copa y Champions.
Recital de Leo con pase de gol incluido
Se adueñó del partido desde los primeros compases, dando todo un recital de regates, caños y asistencias que siempre encontraban al mejor destinatario posible. De hecho, el primero de la noche llegó gracias a su enorme visión de juego, ya que en el minuto 31 encontró a Ivan Rakitic sumándose al ataque por la banda izquierda y se la puso de cine. El croata controló y remató lo más rápido que pudo porque Joe Hart salió a la desesperada para taparle. Fue su primer gol en la Champions League. Y menudo gol más importante.
Ocasiones desperdiciadas
Con el 1-2 de la ida y el marcador a favor, los azulgranas respiraban tranquilos. La afición se divertía de lo lindo y esperaba más goles, pero éstos no llegaron porque Neymar y Luis Suárez no estuvieron finos de cara a puerta. También hay que reconocer que Hart hizo un partido excepcional y mantuvo a los suyos con vida hasta que llegó una jugada que pudo cambiarlo todo.
Agüero falló desde el punto de penalti
Gianluca Rocchi se equivocó al pitar penalti de Gerard Piqué sobre Sergio Agüero en el minuto 77. El argentino tuvo la oportunidad de empatar el partido y dar esperanzas a los suyos, que con un gol más podían forzar la prórroga. Sin embargo, su disparo fue repelido por Marc-André Ter Stegen, que al igual que Claudio Bravo está haciendo méritos para ser titular. El alemán hizo caso del consejo que le dio Javier Mascherano, que no tardó en acudir a él para que le diera las gracias.
A partir de ese momento el City se desinfló y entendió que ya no tenía nada que hacer. En el bombo del sorteo de cuartos de final, que por cierto se celebrará mañana, estará el Barça más poderoso de los últimos tres años. Su tridente da miedo, su centro del campo es muy fiable y la defensa ha mejorado una barbaridad desde el principio de la temporada hasta ahora. Si a eso le sumamos un portero que transmite seguridad, es normal que sea uno de los grandes favoritos para estar en la final de Berlín el próximo 6 de junio.