Primera derrota del Bayern en lo que va de temporada

Wenger feliz
Gran partido el que se vivió anoche en el Emirates Stadium. El Arsenal se la jugaba tras no dar la talla en Zagreb y hacer lo propio ante el Olympiacos en casa. No le quedaba más remedio que ir a por un Bayern de Múnich que hasta la fecha lo había ganado todo tanto en la Bundesliga como en la Champions League.

Los de Arsène Wenger no estuvieron excesivamente finos pese a llevarse la victoria por 2-0. El Bayern controló la posesión de balón a su antojo y tuvo más ocasiones de gol que los ingleses, pero al final los tres puntos se quedaron en Londres y hay motivos para pensar que están a tiempo de evitar una debacle europea.

Neuer fue héroe y villano

Manuel Neuer demostró que es humano tras hacer de extraterrestre en la primera parte. Despejó un remate de cabeza de Theo Walcott casi a bocajarro con una estirada espectacular. Demostró tener unos reflejos de otra galaxia para hacer una de las mejores paradas de la historia de la competición. El menudo delantero inglés no se podía creer que el balón no hubiera entrado. De hecho, solo Neuer se creía lo que acababa de pasar.

Hasta ese momento era el salvador de la noche, pero en la segunda parte las cosas cambiaron cuando los ingleses bombearon un balón al área. El internacional alemán salió a por uvas y Olivier Giroud lo aprovechó para adelantar a los suyos en el minuto 77. Era un gol con el que Wenger respiraba, porque el 0-0 no era un resultado que les ayudara mucho teniendo en cuenta que todavía no se habían estrenado en esta Champions.

Neuer
Neuer estuvo a punto de corregir su error con otra parada antológica en el tiempo de descuento, cuando Mesut Özil remató con el interior de su bota izquierda un centro medido de Héctor Bellerín, que había recorrido la banda derecha con una frescura impropia de esas alturas de partido. Logró despejar el balón, pero el árbitro consideró que lo hizo cuando ya había rebasado la línea de gol, así que el 2-0 subió al electrónico.

Importante triunfo de Olympiacos

Los griegos se ganaron el derecho a soñar donde el Bayern de Múnich perdió ayer su primer partido de la temporada. Olympiacos ganó por la mínima en Croacia a un Dinamo de Zagreb que también pudo llevarse los tres puntos, pero que no estuvo fino de cara a puerta.

El equipo entrenado por Marco Silva tuvo la más clara tras el descanso, pero Brown Ideye no fue capaz de aprovechar uno de esos pases de la muerte que solo te piden empujar la pelotita. El delantero nigeriano se recompuso y marcó el único gol de la noche a falta de once minutos para el final en una jugada que fue capaz de finalizar con muy poco ángulo.

El Bayern continúa liderando el grupo con 6 puntos, los mismos que tiene Olympiacos. Arsenal y Dinamo de Zagreb están ahora mismo fuera de los octavos de final con 3 puntos.

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