Un aburrido Madrid gana a Peñarol


El Real Madrid conquistó el Trofeo Santiago Bernabéu ante un rival de inferior categoría como es Peñarol. Los uruguayos llegaron hasta la capital de España para hacer un buen partido que les pudiera servir de preparación de cara al inicio de su campeonato, que como ya sabéis se ha retrasado por culpa de una huelga arbitral.

El resultado final fue de 2-0 favorable a los blancos, pero la primera puesta en escena en el Bernabéu no fue la mejor. José Mourinho tendrá que cambiar muchas cosas para que el equipo pueda aspirar a ganar algún título importante esta temporada. Hoy se vio a un Madrid muy verde, a un Madrid que no juega en equipo y que todavía tiene que recopilar y memorizar muchos automatismos, sobre todo en ataque.


En ataque empezó Gonzalo Higuaín en punta secundado por una línea de tres formada por Cristiano Ronaldo en la derecha, Mesut Özil en la izquierda y Sergio Canales en la media punta. De todos ellos el que estuvo más activo fue el portugués, que lo intentó una y otra vez por banda. Aunque no tuvo su mejor día, sí pudo crear peligro. Eso sí, en ocasiones abusó de balón y dejó de jugar en equipo.


De Özil no tenemos muchas noticias, el futbolista alemán de origen turco estuvo desaparecido, muy poco participativo tanto en ataque como en defensa. Demostró estar todavía sin forma y poco acoplado, y lo peor de todo es que su debut en Liga se producirá el próximo domingo. Canales sí se atrevió a pedir más el balón, pero no tuvo su mejor noche. Tal vez la presión de jugar en el Santiago Bernabéu por primera vez le pudo, algo normal teniendo en cuenta que todavía es un niño. Mourinho seguro que tendrá paciencia con él, pues fue él quien no quiso que lo cedieran al Racing de Santander después de ver su talento.


Mou probó con Lass Diarrá en la posición de lateral derecho, algo obligado tras las bajas de Raúl Albiol, Pepe y Ezequiel Garay. Sergio Ramos compartió la posición de central junto a Ricardo Carvalho, que tuvo que intervenir poco a lo largo del partido. La primera parte terminó 0-0 y sólo se salvaron los primeros 15 minutos, con un Gonzalo Higuaín que lo intentó por activa y por pasiva.


Ya en la segunda mitad, pudimos ver a Karim Benzema, a Ángel Di María y a Pedro León. El argentino se convirtió en la estrella de un partido lleno de imprecisiones. De sus botas nació el 1-0, que se lo guisó y se lo comió gracias a una jugada individual de esas que gustan al público. Se fue de dos defensores y batió al meta visitante con facilidad. El cerrojo ya se había abierto.

Los últimos minutos estuvieron marcados por el poco ritmo y por la salida al campo de Rafael van der Vaart, un hombre que todo el mundo da por hecho que no seguirá. El holandés tuvo 7 minutos de gloria para despedirse de su afición. Los aprovechó muy bien, pues transformó en el tiempo de descuento un penalti que habían cometido sobre él tras una jugada muy embarullada, de patio de colegio.


Está claro que viendo al FC Barcelona y al Real Madrid se avistan claras diferencias en el juego. Los hombres de Pep Guardiola llevan muchos años jugando juntos y la tocan de maravilla. Mourinho, por su parte, todavía tendrá que darle mucho al coco y a su libreta (esa que ha heredado de Louis van Gaal) para que las cosas vayan rodadas. Además, jugadores tan talentosos como Cristiano Ronaldo o Di María tendrán que jugar más para el equipo, porque hoy en muchas ocasiones me ha dado la sensación de que necesitaban un balón para ellos solos.

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