Los árbitros del mundo continúan ampliando su repertorio de pifias. En esta ocasión le tocó el turno a Peter Vervecken, un colegiado de la liga belga que se inventó un penalti inexistente en el Gante – Tubize. El propio colegiado se dio cuenta del error y le pidió al portero del Tubize, Nicolás Ardouin, que se lo parara:
Después de haber señalado el penalti, el árbitro me dijo sálvame, páralo.
El ábritro se ha defendido diciendo que simplemente le animó. Ahora los dirigentes del Tubize van a denunciar lo sucedido a la Federación belga de fútbol:
Cada uno vio claramente al árbitro vacilar antes de irse hasta el punto de penalti y las declaraciones de nuestro jugador sólo confirman el desconcierto en el cual se encontraba el árbitro.