Menudo susto el que protagonizó Anthony Van Loo en el partido de la primera división belga que enfrentó al Roeselare y al Antwerp. El jugador local, de 21 años, se desvaneció sobre el terreno de juego cuando iba a buscar el balón para sacar de banda. Sufrió un ataque al corazón pero el desfibrilador que lleva incorporado la salvó la vida.
Van Loo lleva este aparato instalado al lado del corazón desde muy pequeño. Sufre una cardiopatía congénita que le obliga a llevarlo para evitar sustos mayores. Este, gracias a una descarga eléctrica, es capaz de reestablecer el ritmo cardíaco tras detectarse una arritmia peligrosa.