Sin Cavani y sin Neymar, y con un Manchester United renacido tras la destitución de José Mourinho, las casas de apuestas no tenían tan claro que el PSG fuera el favorito en el partido de anoche. Sin embargo, con Kylian Mbappé todo es posible, sobre todo si a su lado está un Ángel Di María que no podía tener más ganas de fastidiar al público de Old Trafford, ése que no disfrutóde su talento cuando era un diablo rojo.
Eliminatoria casi finiquitada
El resultado final (0-2) deja la eliminatoria muy encarrilada para los franceses, aunque todavía no podemos dar por muerto al United. Imagino que el PSG no lo hará. Todavía se acuerdan de la eliminatoria que perdieron en el Camp Nou tras un 6-1 sonrojante del que es difícil recuperarse anímicamente.
Los galos pisaron el acelerador en la segunda parte. Lo bordaron para demostrar que son favoritos para ganar esta Champions. Pudieron finiquitar la eliminatoria, pero perdonaron alguna que otra ocasión clara que da vida a los de Solksjaer, que hasta la fecha no había perdido ni un solo partido como entrenador del United.
KO en la segunda parte
Los goles fueron obra de Kimpembe y Mbappé, ambos a pase de un Di María desatado que retó en más de una ocasión a los que fueron sus aficionados durante aquella temporada tan mala que firmó en el Teatro de los Sueños. El ex del Real Madrid dedicó gestos a la grada y no estuvo nada elegante, aunque también es verdad que desde el minuto uno le dijeron de todo menos bonito.
Dentro de tres semanas se resolverá esta eliminatoria que debería terminar con el PSG en cuartos de final. El proyecto de Nasser Al-Khelaïfi va muy en serio y esta vez no se van a permitir resbalones como los de otros años. La liga francesa ya está decidida e imagino que Thomas Tuchel reservará a sus estrellas en la medida de lo posible para que no haya sorpresas.