Es bastante triste que los árbitros siempre sean mal vistos por aficionados y jugadores. Son humanos y lo hacen lo mejor que pueden, en el 99% de los casos no buscan favorecer en especial a ninguno de los dos equipos. Sin embargo, a la gente le cuesta mucho entenderlo.

En Colombia sucedió algo que no debería extrañarnos. Un árbitro expulsó a tres jugadores del Santa Fe y fue increpado de mala manera. Por eso, decidió marcharse al túnel de vestuarios junto a sus asistentes cuando solo se llevaban disputados tres minutos. Lo peor de todo es que se trataba de un partido amistoso…

«Mariquita el último», eso mismo es lo que debería pensar el árbitro de un partido de fútbol de una liga menor en Ucrania que vio peligrar su integridad física justo después del pitido final. Decenas de energúmenos aficionados se fueron a por él y tuvo que utilizar sus piernas para escapar corriendo al más puro estilo Usain Bolt. Lamentable y por desgracia demasiado frecuente, pues los que nos seguís con asiduidad recordaréis que esta semana pasó algo parecido en Irán.