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Consejos para ser un buen entrenador de fútbol

Para ser un buen entrenador no solo hay que tener una plantilla decente. Es verdad que es mucho más fácil entrenar a un grande que tener que empezar por categorías tan complicadas como la Segunda División B, por ejemplo. Sin embargo, casi todos los entrenadores de renombre han tenido que empezar dirigiendo a equipos modestos para ir subiendo poco a poco.

A continuación os voy a detallar todas las cualidades que creo que debe reunir un buen entrenador.

Conocimiento del fútbol

No es casualidad que la mayoría de entrenadores hayan sido grandes futbolistas, como por ejemplo Pep Guardiola, Johan Cruyff, Didier Deschamps, Vicente del Bosque o Carlo Ancelotti. José Mourinho sería la gran excepción, pero os puedo asegurar que desde que nació supo que se dedicaría al mundo del fútbol como entrenador.

Para manejar una plantilla debes saber qué es lo que se cuece en un vestuario y qué es lo que se le puede pedir a cada jugador. Para eso nada mejor que haberlo vivido durante más de una década en tu propia piel.

Un ejemplo de entrenador que conoce a la perfección el fútbol es Johan Cruyff.

Carácter

De nada sirve que sepas mucho de fútbol si no tienes carácter. Un entrenador debe dejar claro quién manda en el vestuario y todos los jugadores deben obedecerle. Sea o no una relación profesional, debe quedar claro quién lleva las riendas de un equipo.

Eso no significa que el entrenador sea como un dictador. Si se llega a ese punto los jugadores pueden plantearse algo que todos hemos vivido alguna vez en el mundo del fútbol, lo que se conoce vulgarmente como «hacerle la cama al entrenador».

Un ejemplo de entrenador con carácter es Diego Pablo Simeone.

Aspecto psicológico

Gestionar una plantilla de 25 futbolistas no es nada fácil. Solo juegan 11 y muchas veces hay que descartar a los que ni siquiera van convocados. Otros sí van convocados pero juegan menos de lo que desean y eso puede crear mal rollo y desmotivación.

Por eso mismo es importante que el entrenador mime a los jugadores psicológicamente hablando. Está bien charlar con los pilares clave del equipo para mejorar ciertos aspectos, pero no hay que olvidarse de los actores secundarios, ya que en un momento dado pueden convertirse en protagonistas. Los jugadores deben percibir que si lo hacen bien serán titulares, que no hay favoritismos y el entrenador cuenta con todos.

Un ejemplo de entrenador que controla el aspecto psicológico es Pep Guardiola.

Lectura de los partidos

Puedes tener un once ideal que te rinde al máximo cada semana, pero tus planes pueden estropearse en un abrir y cerrar de ojos cuando empieza el partido. Una expulsión, un penalti absurdo, una lesión inesperada… cualquier eventualidad hará sonar todas las alarmas y tendrás que actuar en consecuencia lo más rápido posible.

Si eres inteligente y conoces bien a tu plantilla, sabrás lo que debes hacer en cada momento. De lo contrario actuarás basándote en un patrón preestablecido y no siempre obtendrás los mejores resultados.

Un ejemplo de entrenador que sabe leer muy bien los partidos es José Mourinho.

¿Creéis que he olvidado algún otro punto importante? ¡Espero vuestros comentarios!

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