Parecía que el Zenit de San Petersburgo podía hacer algo grande en esta Champions League. Se paseó en un grupo en el que figuraban el Olympique de Lyon y el Valencia, dos grandes venidos a menos que ni siquiera fueron capaces de clasificarse como segundos de grupo.
El problema es que la primera fase es una cosa, y las eliminatorias a vida o muerte son otra historia totalmente distinta. Hacer un partido malo te puede echar de la competición, y al Zenit le penalizó mucho la derrota que cosechó en Lisboa dos semanas atrás.
Primeras ocasiones para el Benfica
El Benfica se cargó a los rusos con dos goles que llegaron en los últimos minutos, cuando todo parecía indicar que nos íbamos a ir a la prórroga. Ya tuvieron un par de buenas ocasiones en la primera mitad, pero no fueron capaces de batir a Lodygin y el marcador no se movió hasta después del descanso.
Hulk vio puerta y Dzyuba rozó el 2-0
Los locales pusieron patas arriba el Stadion Petrovskiy gracias a un gol de Hulk en el minuto 69. El brasileño remato de cabeza y a placer un centro de Yuri Zhirkov que igualó la eliminatoria. Además, poco después Artem Dzyuba tuvo la posibilidad de anotar el 2-0 con el que se podían clasificar, pero Ederson tapó todos los huecos habidos y por haber para repeler su disparo.
Gaitán y Talisca le dieron la vuelta
Los minutos pasaban y nos acercábamos al final del tiempo reglamentario. Fue entonces cuando Raúl Jiménez, el ex del Atlético de Madrid, se sacó de la chistera un disparo sensacional que golpeó en la madera después de que Lodygin lo desviara ligeramente. Gaitán, que estaba con la caña preparada, solo tuvo que empujar el balón con la cabeza.
El 1-2 definitivo llegó en el tiempo de descuento y fue obra de Anderson Talisca. El joven brasileño definió muy bien dentro del área tras recibir el esférico en condiciones poco ventajosas.
En Benfica, al igual que el Wolfsburgo, será uno de esos equipos que se pedirán todos los grandes en el sorteo de cuartos de final de la Champions.