Bernardo Silva tiene 20 años y hasta ahora estaba jugando en calidad de cedido en el Mónaco. El Benfica había aceptado el acuerdo y quería tenerle de vuelta a partir del 30 de junio, pero los del Principado han decidido ejercer su opción de compra para incorporarle de forma definitiva. Han pagado 15,75 millones de euros por un centrocampista que empezó siendo suplente, pero que poco a poco se ha ganado la confianza de Leonardo Jardim.
Reconstruyendo el proyecto
El técnico venezolano le considera indispensable y ha pedido un esfuerzo al club, que últimamente estaba más por la labor de vender que de fichar. Lo que les ha dado alas ha sido la clasificación para los octavos de final de la Champions League, porque empezaron muy mal el campeonato liguero y la cosa olía a desbandada, más o menos como sucedió en el Málaga cuando declararon transferibles a los Joaquín, Cazorla, Monreal y compañía.
La noticia la ha dado a conocer el Benfica, porque el Mónaco todavía no lo ha hecho oficial. De hecho, el propio jugador hablaba sin conocimiento sobre su futuro hace cosa de dos días:
No pienso en mi futuro, estoy centrado en esta temporada, y ya veremos lo que sucede después.
El portugués acumula 21 partidos, tres goles y una asistencia esta temporada. No son números espectaculares, pero se podría decir que ha contribuido al resurgimiento del Mónaco, que ha pasado de coquetear con los puestos de descenso a situarse a pocos puntos de los puestos que dan derecho a jugar competición europea.