Ahora se supone que tendría que hacer lo mismo que hacen la mayoría de aficionados al fútbol. Digo aficionados, no digo entendidos. Tendría que hablar del árbitro, del penalti de no sé quién, de la expulsión de Sergio Ramos, de la falta que no se pitó en el minuto «x», del balón, del césped, de la temperatura…
Debería hablar de todo menos de fútbol, que es lo que hacen muchos cuando su equipo pierde. No se acuerdan de que un año antes (o dos, da igual) a su equipo le regalaron lo que hoy dicen que le han robado. Así son los árbitros, humanos que se pueden equivocar. Y por cierto, creo que Undiano Mallenco estuvo bastante bien anoche. No era un partido fácil y la mayoría de decisiones que tomó fueron acertadas.
Siete goles, tres penaltis y demasiadas protestas
Dicho esto, me gustaría destacar que anoche se vivió un gran ambiente en el Santiago Bernabéu. La parroquia blanca esperaba una victoria que encarrilara el título de Liga, pero el Barça venía con la necesidad imperiosa de ganar y tiró de casta y talento para llevarse tres puntos que le permiten soñar de nuevo.
Hubo emoción hasta que Sergio Ramos vio la tarjeta roja y el Barça empató la contienda desde los once metros. A partir de ese momento solo vimos a un equipo en el campo. El Madrid desaprovechó dos ventajas para llevarse un partido en el que jamás fue superior. Tan solo Ángel Di María y Karim Benzema estuvieron a la altura. Se esperaba mucho más de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, los dos futbolistas más caros de la historia del fútbol.
Iniesta abrió la lata y Benzema le dio la vuelta
Andrés Iniesta abrió el marcador en el minuto 7 tras recibir un pase de Leo Messi en la banda izquierda. El de Fuentealbilla no se lo pensó dos veces y soltó un gran zurdazo que sorprendió a Diego López. El Bernabéu enmudecía, pero Benzema se preparaba para darle la vuelta en un abrir y cerrar de ojos.
El francés aprovechó un gran centro de Di María para empatar en el minuto 20. Se elevó por encima de Javier Mascherano y superó a un Víctor Valdés que a punto estuvo de desviar el balón a córner tras una gran estirada. Sin tiempo para celebrar el gol, Karim volvió a aparecer para quedarse otro centro del ‘Fideo’ al que Mascherano no llegó. Más de uno se preguntaba por qué no juega Marc Bartra. Controló con el muslo y definió a las mil maravillas para darle la vuelta a la tortilla él solito.
Parecía que se iba a llegar al descanso con victoria blanca, pero Messi puso la igualada en el minuto 42 tras una gran combinación con Neymar. El argentino hizo lo que quiso y acabó batiendo a Diego López con un disparo seco, casi a bocajarro. Los de Carlo Ancelotti fueron demasiado blandos.
Cristiano y Messi no fallan desde el punto de penalti
Tras la reanudación no estaba claro qué equipo se iba a llevar los tres puntos. El Barça estaba dominando la posesión del balón, pero el Madrid era capaz de hacer mucho daño a la contra. De hecho, en una de esas jugadas provocaron el penalti que desembocó en el 3-2. Dani Alves derribó a Cristiano Ronaldo fuera del área y Undiano Mallenco señaló el punto de penalti. El portugués no falló colocando el balón cerca del poste derecho con mucha potencia.
Se las prometía muy felices el Madrid, pero una jugada lo cambió todo. Ramos derribó a Neymar dentro del área y se fue a la ducha antes de lo previsto. Vio la tarjeta roja sin discusión y Messi no falló desde los once metros.
Todo volvía a estar como al principio, pero los locales jugaban con uno menos. Por eso Ancelotti movió ficha y quitó a Benzema para dar entrada a Raphael Varane. Se equivocó. Lo ideal era cambiar a Bale o Di María. Con el delantero centro francés tenían una referencia en ataque que perdieron.
Alves avisó con un disparo al poste que dejó sin respiración a los aficionados madridistas. Sin embargo, fue Iniesta quien decidió el Clásico con una gran jugada que terminó en penalti de Xabi Alonso. El tolosarra se equivocó al entrarle con demasiado ímpetu para ayudar a Carvajal. Undiano Mallenco no se lo pensó demasiado y señaló el punto de penalti. Fue valiente, y creo que acertó.
Un gran Messi (no estelar) y el Barça a un punto
Messi lanzó el penalti por el mismo lado, pero esta vez colocándolo en la escuadra. El argentino firmó un ‘hat-trick‘ que nunca olvidará y celebró la victoria con rabia. Se le vio ilusionado y contento, como no se le veía desde hacía mucho tiempo. No era para menos. El Barça vuelve a estar enchufado en la lucha por la Liga, aunque el Atlético de Madrid es quien tiene la sartén por el mango en estos momentos.
