Un Chelsea rácano elimina al Barça tras empatar en el Camp Nou


El Barça no jugará la final de la Champions League. A los de Pep Guardiola se les ha terminado la competición europea tres días después de perder el Clásico y la Liga. El Chelsea realizó un partido muy serio en el Camp Nou y terminó empatando 2-2 para hacer bueno el 1-0 obtenido en Stamford Bridge.

Los azulgrana desplegaron un fútbol exquisito en la primera parte. Tuvieron varias ocasiones de gol claras y supieron materializar dos de ellas. Antes, Gerard Piqué tuvo que abandonar el terreno de juego conmocionado tras chocar con Víctor Valdés en un balón largo que peleó con Didier Drogba.

Sergio Busquets se encargó de abrir el cerrojo londinense. Aprovechó un gran centro de Isaac Cuenca desde la banda izquierda para igualar la eliminatoria. Era el minuto 35 y el Camp Nou respiraba tranquilo.

El segundo llegó ocho minutos más tarde. Leo Messi habilitó a Andrés Iniesta para que definiera solo ante Petr Chech. El de Fuentealbilla no se puso nervioso y mando el balón al fondo de las mallas. Todo el mundo pensó que ya estaba todo hecho porque minutos antes John Terry fue expulsado por un rodillazo a Alexis Sánchez que fue visto por el colegiado turco Cüneyt Çakir.


Como sucedió el pasado sábado ante el Madrid, tan solo dos minutos más tarde el Chelsea supo reponerse del duro mazazo. El incombustible Frank Lampard puso un balón en profundidad con mucha intención y el brasileño Ramires batió a Valdés con una vaselina de crack. El portero de L’Hospitalet no debió abandonar su portería con tanta alegría.

Tras la reanudación pudimos vivir un partido muy similar al que se vivió en 2010 cuando el Inter de Milán de José Mourinho eliminó al Barça en las semifinales de la Champions. Los futbolistas del Chelsea se encerraron atrás y era imposible encontrar espacios. Además, cualquier disparo terminaba rebotando en las manos o en las piernas de Cech, quien demostró por qué es uno de los mejores porteros del mundo.

La oportunidad más clara de todas la tuvo Messi, que desperdició un penalti cometido sobre Cesc Fábregas en el minuto 4 de la segunda parte. Disparó con mucha potencia pero el balón se estrelló en el larguero.


Con el Barça volcado al ataque Fernando Torres tuvo su momento de gloria. El ex del Liverpool encaró a Valdés completamente solo y logró el 2-2 definitivo tras un fantástico regate. La defensa se había impuesto al ataque y el Chelsea jugará la final de Múnich en el Allianz Arena. ¿Su rival? Esta noche sabremos si será el Real Madrid o el Bayern de Múnich.

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