El Arsenal no se anda con titubeos en la presente edición de la Champions League. Al contrario de lo que le sucede en la Premier, donde en estos momentos es octavo a 7 puntos de la cabeza, cuenta sus partidos por victoria. Derrotó al Montpellier a domicilio en la primera jornada y anoche volvió a sumar 3 puntos, esta vez ante el siempre rocoso Olympiacos.
Gervinho, el futbolista más desequilibrante de los ‘gunners’ en la noche de ayer, apareció en el minuto 41 para poner el 1-0 en el marcador con un disparo cruzado. Sin embargo, antes del descanso los griegos igualaron la contienda con un sensacional remate de cabeza de Mitroglou.
Los hombres de Arsène Wenger salieron a por todas en la segunda parte, conscientes de que el Emirates Stadium tiene que ser un fortín para lograr la primera posición del Grupo B, que no es precisamente uno de los más sencillos.
Un Arsenal con mucha pegada
Lukas Podolski marcó el 2-1 tras una internada por la banda de Gervinho que terminó en sus botas. Se revolvió como un ‘9’ puro e introdujo el balón por debajo de las piernas de Megyeri con un disparo seco. En el tiempo de descuento llegó la sentencia. Aaron Ramsey picó el balón magistralmente para que el árbitro, el noruego Svein Oddvar Moen, no tuviera otra cosa más que hacer que señalar el final.
En el otro partido del grupo el Schalke 04 y el Montpellier empataron a dos goles.