Cristiano Ronaldo volvió a la que fue su casa durante seis temporadas para disputar un partido de Champions crucial. El portugués pisó Old Trafford con la camiseta del Real Madrid y fue recibido mejor que en cualquier otro campo del mundo que no sea el Santiago Bernabéu.
El luso se encontró con un ambiente espectacular y con pancartas que le dejaban muy claro que Manchester es su casa. Además, la megafonía tuvo un bonito detalle al dejar su nombre para el final, algo que sirvió para que los aficionados le aplaudieran como si no hubiera mañana:
Bienvenido en tu regreso a casa, Cristiano Ronaldo.
No fue el de siempre
En lo estrictamente deportivo Cristiano no brilló. Se le vio nervioso, algo acelerado e impreciso. No entró en juego como suele ser habitual en él y el Madrid lo notó. Apenas creó ocasiones de gol y el partido no se desatascó hasta que Nani vio la cartulina roja.
Su momento de gloria llegó en el minuto 69, cuando logró el tanto que clasifica al Madrid para los cuartos de final de la Champions League. Tal y como pasó en la ida, CR7 no quiso celebrar el gol por respeto a quienes fueron sus compañeros y fans. Actuó como debía.
