No es un jugador cualquiera. Ni siquiera en el Real Madrid es uno más. Es uno de esos futbolistas especiales que han nacido para liderar a un gran equipo. Cristiano Ronaldo ha demostrado que lo tiene todo para convertirse en el mejor jugador de fútbol del mundo. De hecho, en 2008 se hizo con el Balón de Oro, una distinción que solo obtienen unos pocos elegidos.
Sus virtudes futbolísticas están fuera de duda. Es completísimo y puede jugar en cualquier posición del ataque, ya sea por el centro como ‘9’ puro o pegado a banda para llegar desde atrás sorprendiendo a la defensa rival.
Físico privilegiado
Mide 1,86 metros de altura y tiene un cuerpo muy trabajado. Es un profesional de los pies a la cabeza y eso explica que físicamente esté como un toro. Le encanta pasar por el gimnasio y no se pierde ni los entrenamientos que son libres.
Le gusta estar en forma porque sabe que es una de sus armas a la hora de encarar a los rivales. Es difícil verle cansado y puede recorrer el campo de punta a punta en cualquier minuto del partido. Cristiano es una máquina.
Técnica depurada
No todo lo basa en el físico. Con el balón en los pies es un artista. Le encanta pisarlo y probar cosas nuevas para deleite de los aficionados. Por eso se le da tan bien jugar pegado a banda, porque puede encarar con espacio. Cuando juega partiendo desde la izquierda tiende a ir hacia el centro para acabar disparando con su pierna derecha.
Velocidad de vértigo
Es el Usain Bolt del fútbol. Ha sido capaz de recorrer 96 metros en 10 segundos, una cifra que le acercaría mucho a la del mejor plusmarquista español en la modalidad de 100 metros lisos. Tener un físico privilegiado le ayuda a ser tan rápido, aunque hay que reconocer que un día perdió un sprint corriendo al lado de Sergio Ballesteros.
Cabezazo letal
Como en Inglaterra, Cristiano está marcando muchos goles de cabeza en España. Se eleva con mucha facilidad por encima de sus marcadores. Su estatura y la potencia de salto le permiten ganar unos centímetros que son indispensables para rematar con comodidad. El gol de cabeza más importante que se le recuerda es el que anotó en la final de la Copa del Rey de 2011 ante el Barça.
Excelente lanzador de faltas
Su estilo no es parecido al de David Beckham, pero tampoco al de Roberto Carlos. Busca potencia y colocación por igual y es una amenaza para cualquier portero. Le da igual la distancia, el balón siempre llega a la portería a una velocidad endiablada. Eso cuando no termina estrellándose en la barrera o en el segundo anfiteatro, claro está.
Siempre ambicioso
Es una cualidad, aunque a veces pierde la cabeza por ello. CR7 es un tipo insaciable, siempre quiere más. No le vale con marcar tres goles en un partido. Si puede marcar el cuarto lo marca. Eso no significa que no sea generoso con sus compañeros, ya que en ese sentido está cambiando mucho desde que aterrizó en la capital de España. Ya no es un jugador que se pelea con Xabi Alonso por lanzar un penalti. Ahora asiste a sus compañeros siempre que puede, lo cual le hace todavía más grande.