El Bayern de Múnich quiere hacer borrón y cuenta nueva de cara a la temporada que viene. Este año tampoco se han cumplido los objetivos y es probable que el equipo no logre la Bundesliga, pues todavía no tienen asegurada ni siquiera la presencia en la Champions League.
El primero en caer fue Jürgen Klinsmann. El ex futbolista alemán no supo llevar al grupo hasta el éxito y ahora es Jupp Heynckes quien trata de evitar la debacle a falta de 3 partidos para que finalice el campeonato doméstico.
Las bajas se empezarán a suceder en cuanto termine la temporada. Ribery suena para media Europa y otros jugadores podrían tener vía libre para marcharse por culpa del bajo rendimiento. Por ello, no es de extrañar que la directiva bávara ya se haya fijado en un lateral izquierdo muy amigo de Luca Toni, Fabio Grosso.
El italiano, uno de los mejores jugadores del Mundial 2006 de Alemania, no se ha terminado de adaptar al Olympique de Lyon y está desesperado por marcharse. De hecho, varios canales de la televisión alemana ya han confirmado el que sería el primer fichaje de la nueva temporada 2009-10.