El Barça pasa a la final de la Copa del Rey con polémica

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Ya conocemos al primer finalista de la Copa del Rey. Se trata del Barcelona, que anoche sufrió de lo lindo para superar a un Atlético de Madrid que nunca se rindió.

A pesar de que el Barcelona marcó primero, los de Simeone se quedaron muy cerca de llegar a la prórroga. Y podrían haberlo hecho si no fuera porque el árbitro anuló un gol legal a Griezmann.

Una actitud súper ofensiva

Anoche, el Atlético saltó al campo con un equipo y una actitud ultra ofensiva y, de hecho, jugaron una fantástica primera hora, en la que acorralaron al Barça. Por suerte para los de Luís Enrique, Cillessen estaba atento y logró detener una de Torres y a los cinco minutos un tiro bastante peligroso de Carrasco. Pero la cosa no quedó ahí, y el portero holandés se sacó de la manga una majestuosa parada a un remate de Griezmann y logró despejar un disparo de Koke desde fuera del área.

El primer gol del partido

Aunque durante la primera media hora de juego el Barça lo pasó mal, finalmente logró controlar la pelota y cuando el descanso estaba cerca, Messi hizo una de las suyas: cogió el balón lejos del área, se deshizo de tres rivales y chutó a portería. Y aunque en este caso Moyá se encargara de despejar su chute, Luis Suárez estaba allí para rematar y poner más cerca la eliminatoria.

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Diez contra diez

Ya en la segunda parte, Sergi Roberto vio la segunda amarilla por una patada a destiempo, lo que cambió el panorama por completo. El Atlético volvió a atacar de nuevo y fue entonces cuando llegó la polémica del partido, un gol de Griezmann que el colegiado anuló por un fuera de juego inexistente. Poco después, los de Simeone se quedaban con uno menos tras la segunda amarilla de Carrasco. Y aunque eran diez contra diez, los madrileños parecían tener doce o trece jugadores el campo.

Forzando la prórroga

El Atleti tuvo ocasión de reducir distancias cuando el árbitro señaló penalti por un derribo de Piqué a Gameiro, pero el balón se estrelló contra el larguero. Poco después, el jugador galo lo arregló marcando el empate cuando tan solo faltaban diez minutos de partido. Desde ese momento, los de Simeone se volcaron a por el gol para forzar el tiempo extra y, aunque no lo consiguieron, sí que lograron que Suárez acabara expulsado por doble amarilla, perdiéndose la final.

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