Jamie Vardy se está ganando un billete para jugar la próxima Eurocopa de Francia. Días atrás marcó en la épica remontada de su selección en Alemania y ayer lo volvió a hacer ante Holanda. Esta vez no remató con un taconazo espectacular para superar al portero rival, pero supo estar en el sitio y en el momento oportuno para empujar el balón al fondo de las mallas.
El hombre que nunca ha escuchado la palabra «imposible»
El delantero centro del Leicester City sigue en racha y Roy Hodgson quiere aprovecharlo. No es ni de lejos el futbolista más técnico que tiene a su disposición, pero es el segundo máximo goleador de la Premier League y uno de los que ha ilusionado a todo un país de cara al próximo torneo continental.
Vardy, salvo debacle futbolística o lesión, estará en la próxima Eurocopa defendiendo los colores de Inglaterra, un país al que jamás pensó que llegaría a representar cuando militaba en el modesto Fleetwood Town, con el que logró el ascenso de la Conference a la League Two marcando tantos goles que el Leicester City pagó un millón de libras para llevárselo a la Championship, una cantidad que ningún otro club había pagado por un jugador de una categoría inferior a la Football League (Championship, League One y League Two).
Su sueño es el sueño de los ingleses. Ganar la Eurocopa no es una utopía gracias a Vardy. Una varita mágica le ha tocado porque ha trabajado mucho para llegar adonde ha llegado. Por eso no le asustan los retos, porque sabe que está preparado para conseguir lo que se proponga.