Thomas Vermaelen es uno de los peores fichajes que ha hecho el Barça en los últimos años. El belga llegó lesionado y así se tiró una temporada entera. En la siguiente, ya recuperado, Luis Enrique le dio alguna que otra oportunidad para demostrar su valía, pero siempre tuvo claro que la pareja de centrales titular era la formada por Gerard Piqué y Javier Mascherano.
Mucho dinero para tan pocos minutos
Llegó a la Ciudad Condal procedente del Arsenal a cambio de 10 millones de euros (alguna fuentes hablan de 19 millones), que es justo lo que pagaron los gunners para arrebatárselo al Ajax en 2009. Ahora, con 30 años a sus espaldas y dos temporadas nefastas (solo 7 partidos de Liga como titular), no va a ser fácil colocarlo en otra parte, aunque hay algún que otro club que ha mostrado interés por su situación contractual.
Un bote salvavidas en dirección a la Premier
Le quedan tres temporadas más de contrato y en las oficinas del Camp Nou están dispuestos a negociar su traspaso. De momento son el West Ham y el Liverpool los que verían con buenos ojos su incorporación, aunque no están dispuestos a pagar lo que al Barça le dé la gana. Si Marc Bartra fichó por el Borussia Dortmund a cambio de 8 millones de euros, podemos suponer que Vermaelen lo hará por una cantidad similar.
El West Ham está construyendo un ambicioso proyecto y Vermaelen encaja en los planes de Slaven Bilic, mientras que Jürgen Klopp no diría que no a su contratación si con ello puede reforzar la defensa. Por ahora cuenta con Dejan Lovren y Mamadou Sakho como centrales titulares, pero no hay que olvidar que el francés fue sancionado por dar positivo en un control antidopaje, lo que ha dañado gravemente su imagen.