Lamentable lo que sucedió ayer en el Granada-Mallorca de este pasado fin de semana. El partido se tuvo que suspender y el homenaje a Gustavo, el hijo de Carlos Martins, se vio empañado. Un energúmeno le lanzó un paraguas a uno de los linieres, quien tuvo que abandonar el terreno de juego con una brecha en la cara. Clos Gómez lo tuvo muy claro y suspendió el partido, como debe ser.
El agresor, un menor de edad de nacionalidad marroquí, ha sido identificado por la policía. El club asegura que no es socio del Granada, que presenció el partido gracias a una invitación. Todavía quedaba media hora de partido por delante y el conjunto local ganaba por 2-1. Ahora se deberá buscar una fecha para jugar lo que resta.